Por Amalia del Cid
El sótano del ángel, la primera novela de José Adiak Montoya, lo situó entre las mayores promesas de la literatura nicaragüense. Su libro ha recibido buenas opiniones hasta de los más duros críticos y el muchacho ya anda en mente al menos dos historias más.
:::Tu primer recuerdo.
La voz de Ringo Starr cantando Octupus’s Garden .
:::Definí tu infancia en una palabra…
Extraña.
:::¿Y eso?
No fui un niño convencional. Era pasivo, contemplativo.
:::¿Tenés alguna rutina para escribir?
No… soy muy desordenado con el tiempo.
:::¿Cuál refrán te gusta?
(Ríe) Escuché algo que me hizo reír. ¡Qué sabe el chancho de astronomía si solo para el suelo mira!
:::¿Sos bohemio?
No. Ahora eso es una pose, no es una forma sincera de vida.
:::De los jóvenes escritores se dice que beben más de lo que escriben, ¿qué opinás vos?
Es un empate (ríe).
:::¿Qué es lo que más disfrutás de la vida?
A las buenas personas.
:::¿Cuál ha sido tu mejor momento?
Un atardecer en Ometepe… hace unos meses.
:::Por tu cara, no estabas solo…
No, no estaba solo (ríe).
:::¿Qué te inspira?
Las emociones humanas…
:::Eso significa que sos sensible…
Más de lo que quisiera…
:::Y que lloras con facilidad…
Hasta por las películas…
:::¿Qué te hace perder la dulzura de tu carácter?
La hipocresía a altos niveles. Porque todos somos un poco hipócritas.
:::Ese es un buen tema para escribir.
Sí… pero no está en mis planes ahorita (ríe).
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