Agencias / Vida
Psicólogos australianos de la Universidad de Nueva Gales del Sur han demostrado que los días grises y lluviosos, con un clima desapacible, son buenos para el cerebro y la memoria, y mejoran la capacidad de recordar.
Por el contrario, en los días soleados nuestra memoria funciona peor. Las personas que visitaban el establecimiento en días lluviosos resolvían mucho mejor la prueba para este estudio, y las otras resultaban ¡aplazadas!
Ver en la versión impresa las páginas: 5 B