La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve la celebración del Día Mundial de la Hipertensión Arterial (HTA), el 17 de mayo, con el propósito de persuadir y crear conciencia pública e individual sobre el “asesino silencioso” que es la presión arterial alta causante de millones de defunciones y discapacidad. Nuestro país cuenta con no menos de 750 mil hipertensos.
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que produce pocos o ningún síntoma, caracterizada por incremento continúo de cifras de presión sanguínea en las arterias y está considerada la primera enfermedad del corazón que afecta del 25 a 30 por ciento de la población adulta. Cuando llegamos a 60 años uno de cada dos la padece.
Todos tenemos presión arterial porque es fuerza vital que impulsa la sangre y lleva oxígeno y vida a nuestro cuerpo. La presión arterial óptima es 120/80 milímetros de mercurio (mmHg), pero cuando usted tiene 140/90 mmHg o más se ha convertido en un hipertenso más del mundo.
En 90-95 por ciento de casos de hipertensión no sabemos causa y se dice que son “esenciales”, pero el resto pueden ser curados si se detectan, estudian y tratan a tiempo buscando problemas renales, endocrinos, vasculares, etc.
Como la HTA no da síntomas más del cincuenta por ciento de hipertensos, aunque estén informados de padecerla, no cumplen tratamiento. Los que se quejan refieren dolores de cabeza, mareos, zumbidos en oídos, visión de chispas, palpitaciones, fatiga y hasta disminución de potencia sexual en varones.
El drama de una irrecuperable vida familiar lo vemos los internistas cada día. La semana pasada a un profesional de 45 años le diagnostiqué derrame cerebral y su esposa llorando me decía “gasto cualquier cosa para que se alivie”. El paciente pertenecía al grupo de personas que sabiéndose hipertenso jamás tomó medicación ni cambió sus hábitos de vida.
Cuando un derrame cerebral irrumpe en nuestras vidas produce discapacitados, personas que no producen, que hay que cuidar, que no disfrutan la vida. La OMS ha insistido que la hipertensión es causante del 50 por ciento de enfermedades cardiovasculares que producen cada año 12 millones de fallecimientos o discapacidades que pudieron haberse evitado o prevenido.
El Día Mundial de la Hipertensión 2012 lleva por lema “estilo de vida saludable, presión arterial saludable” por que los científicos tienen la convicción de que mediante esfuerzos nacionales sencillos y de bajo costo y educación en salud tan necesaria en nuestro medio, podemos reducir factores de riesgo que ponen en peligro nuestras vidas.
Antes que la HTA sea noticia que nos afecte y si ya hemos sido diagnosticados podemos y debemos asumir modificaciones del modo de vida que ayudan a combatir y controlar esta enfermedad incurable pero controlable.
Disminuir de peso, bajar el consumo de sal y adoptar la dieta antihipertensión en la cual hay que consumir más frutas, verduras, lácteos sin grasas y carnes blancas, reducir consumo de alcohol, eliminar el fumar cigarrillos y caminar por lo menos treinta minutos cada día son las reglas de oro para evitar un ataque al corazón que es la primera causa de muerte en nuestro país. Ninguna de estas recomendaciones sustituye el apoyo y seguimiento de su médico internista. Ayúdate que yo te ayudaré, dice la Biblia. ¡Salud!
El autor es especialista y profesor de medicina interna.
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