Lucydalia Baca Castellón
Vivir en la finca para dedicarle las 24 horas del día a los plantíos y tener la voluntad de sacar el mejor café de la zona, junto con la asistencia técnica que da el banco, las casas proveedoras de insumos y los exportadores que compran la cosecha “me ha permitido tener rendimientos de hasta cincuenta quintales por manzana en algunas cosechas”, asegura Marco Antonio Chavarría, un mediano caficultor de la comunidad Mancotal, en Jinotega.
En 1990 con la siembra de tres manzanas de café, Chavarría y su familia entraron en el negocio del grano negro. Dos décadas después, cultivan cien manzanas en Mancotal y noventa en la zona de Rancho Grande. En la cosecha recién concluida obtuvieron un rendimiento promedio de 35 quintales oro por manzana.
En los últimos diez años el rendimiento nacional ha oscilado entre 7.7 y 12.10 quintales por manzana y el promedio durante ese período fue de 10.29 quintales oro por manzana, siendo una de las más bajas de América Latina. En Costa Rica ronda los 20 quintales oro por manzana.
Sustentado en esta y otras historias de éxito, la Fundación Nicaragüense de Desarrollo Económico y Social (Funides) ha preparado un plan que contempla una inversión superior a los 117 millones de dólares para elevar la productividad en veinte quintales oro por manzana.
Eso permitiría en los próximos 15 años que la producción nacional, que este año fue de unos 2.2 millones de quintales, se duplique. De mantenerse los precios internacionales, los ingresos por la exportación de café se incrementarían hasta 800 millones de dólares, estima José Antonio Baltodano, presidente de Funides.
Incrementar la cantidad de plantas de café por área y la poda total o poda en bloque de áreas determinadas.
Y la implementación de prácticas administrativas más efectivas.
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El programa de Mejoramiento Productivo de la Caficultura para pequeños y medianos productores contempla beneficiar a unos tres mil pequeños y medianos productores en seis años; financiar la renovación de unas 15 mil manzanas de café y mejorar con tecnología a 12 mil manzanas adicionales. Lo mismo que elevar las capacidades y conocimientos en materia tecnológica a unos 81 técnicos involucrados en el programa, detalló Julio Solórzano Lanzas, consultor que trabajó en esta propuesta.
El plan también contempla subprogramas dirigidos a la organización de los productores y la promoción del café nicaragüense. Se planea desarrollar un proyecto de inocuidad y trazabilidad del grano.
Aunque no hay cifras oficiales, se estima que en el país existen entre 172,000 y 185,000 manzanas cultivadas de café y más de 30,000 caficultores, de los que la gran mayoría son pequeños y medianos productores.
Baltodano considera que la ejecución de este plan permitirá que la caficultura nacional sobreviva en la época de “vacas flacas” que estaría próxima por la caída del precio del café en el mercado internacional.
De hecho, el economista Adolfo Acevedo advierte que el precio de los principales productos de exportación se ha reducido en los últimos meses, “como resultado de la desaceleración de la economía mundial y de las múltiples incertidumbres que rodean su evolución”. El café es el producto más afectado, con una reducción interanual en su precio del 36 por ciento.
HAY CALIDAD, PERO FALTA APOYO
La propuesta de Funides fue entregada a la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan), que se encargaría de buscar los recursos para iniciar su ejecución.
El presidente de Excan, José Ángel Buitrago, considera que el país tiene la calidad en recursos naturales y humanos para alcanzar la meta que propone el plan, incluso en un período menor.
“Esta es un oportunidad de oro, donde el sector privado está dando el primer paso para hacer cosas de las que esperamos resultados concretos no solo para desarrollar Nicaragua, sino también para llevar el desarrollo a las zonas rurales. Eso significa mejorar la educación, la salud, las vías de comunicación y el nivel de vida de los productores y trabajadores del sector cafetero”, enfatizó Buitrago.
Baltodano espera que tanto la banca nacional, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y otras entidades a nivel mundial se interesen en este proyecto, otorgando financiamiento a largo plazo para ejecutar el programa.
También esperarían el apoyo del Gobierno central y de instituciones vinculadas con el sector, como los ministerios Agropecuario y Forestal (Magfor), de Fomento, Industria y Comercio (Mific), de Relaciones Exteriores (Minrex), la Asociación de Cafés Especiales de Nicaragua (ACEN), el Centro de Exportaciones e Inversiones (CEI) y otras.
Juan Ramón Obregón, secretario ejecutivo del Consejo Nacional del Café (Conacafé), por su parte confía en que otra propuesta similar preparada por ellos sea fusionada con la de Funides para que los recursos no se dispersen.
Añadió que el Gobierno ha iniciado un recorrido por las zonas cafetaleras, donde comenzará a implementar algunas de las propuestas presentadas por Conacafé. Esto permitiría en 2015 elevar la productividad por manzana en 17 quintales de café oro.
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