Por Auxiliadora Rosales
En una aula de clases de niños de segundo grado había una conversación muy amena sobre lo que significaba ser un hijo adoptado. Isabela (nombre ficticio), de 7 años, levantó la mano muy entusiasmada y dijo: “Yo sé todo sobre ese tema porque soy adoptada”.
Sus compañeros se quedaron viéndose unos a otros muy sorprendidos. La respuesta de la niña causó más sorpresa al expresar que “los hijos adoptados crecemos en el corazón de la mamá, en lugar de crecer en el vientre como los otros hijos”.
La pequeña Isabela tiene mucha razón sobre su concepto de hijos adoptivos. Lo aprendió en su familia, en la que recibe tanto amor como sus hermanos, nacidos del matrimonio de Gustavo y Egna.
“Mi hijos transformaron completamente mi vida. Hay cambios radicales, porque ahora tengo tres hijos que me esperan en casa. Cuando veo sus caritas sé que dependen completamente de mí. Sé la gran responsabilidad que tengo de formar hombres y mujeres de bien”, expresa Egna.
Para este matrimonio ser padres adoptivos es simplemente un camino que eligieron para ser padres que no se diferencia para nada de lo biológico. “Lo cierto es que un hijo será siempre un hijo, sea cual fuere el lugar o la circunstancia de su nacimiento”, precisan orgullosos estos padres.
¿CÓMO HACER UNA ADOPCIÓN?
En Nicaragua ser padres adoptivos no requiere de un proceso burocrático, según testimonio de quienes lo han vivido.
“Te piden muchos requisitos y te hacen como cien preguntas, pero todo es fácil”, asegura Edén, un padre adoptivo al que le dieron respuesta en solo dos meses.
Él explica que ahora el Ministerio de la Familia entrega a los niños a más corta edad para que no estén en un orfanato por mucho tiempo. “Esta es una nueva política. Consiste en entregar los niños a los padres que han llenado los requisitos, aunque no lo hayan declarado en estado de total desamparo. Es decir que te dan al niño a la par que se realizan los papeles legales de la adopción, porque este proceso se demora seis meses”.
Edén explica que en los departamentos del país y para los nacionales el proceso es mucho más rápido. “A la par de que mi esposa y yo estamos criando a nuestro hijo, esperamos que lleguen los documentos legales para ir a inscribir a nuestro pequeño Matías”.
Edén dice que los padres adoptivos pueden elegir entre niño o niña y la edad también, pero esos “gustitos” demora más el proceso de adopción.
“Cuando llenas los documentos, del Departamento de Adopción de Mifamilia, te dan dos opciones de edades. En nuestro caso, pedimos un niño de cero a 6 meses, y la segunda opción era de entre 1 y 2 años”.
Cuenta que cuando Mifamilia entrega al niño les brinda información sobre sus antecedentes de abandono, la manera en que fue encontrado y de su estado de salud. Pero si hay problemas de familiares de por medio, la institución no entrega al menor.
LOS REQUISITOS
En este proceso de adopción a Alberto y a su esposa les pidieron fotocopias de sus cédulas de identidad, certificado de matrimonio o comprobación de unión de hecho estable, dos cartas de referencias de amigos que indicaran que ellos tienen estabilidad familiar y económica. De igual manera, colillas originales del INSS, constancias de salud, récord de Policía, carta de intención, en la cual se explica la razón por la que se desea ser padre, también se llena un formulario para conocer a los futuros padres.
Una vez completada la información, reciben en su casa la visita de una trabajadora social y una psicóloga para conocer “in situ” a los futuros padres de familia y evaluar si están aptos para recibir al hijo adoptivo.
LA PRENSA quiso conocer sobre la situación de adopción que se vive en el país, solicitando una entrevista con las autoridades de la dirección de Adopción de Mifamilia, pero en el departamento de comunicación de dicha institución no se pudo localizar a la divulgadora Cristina Gaitán, pese a que se solicitó de muchas maneras. La asistente de la divulgadora afirmó que ellos no tienen ni siquiera un correo institucional para recibir las solicitudes de entrevistas.
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