STEPHANY WOODS
tecno
Un buen malo tiene que ser un adversario digno del héroe y es por eso que los llamamos villanos, pero de igual forma tienen que ser atractivos de alguna forma.
Un malo demasiado malo tiene poca profundidad emocional, es un hecho que, siempre son más atractivos, desde mi punto de vista, los villanos que presentan cierta contradicción, o que viven en esa frontera dudosa de lo que se ha llamado muy ligeramente “antihéroe”.
A este se representa como una oposición frente a un héroe más clásico y el ejemplo más claro es Wolverine.
Con todo y los rayos de los ojos, ¿quién, en su sano juicio, querría ser el aburrido Cyclops? Ok, es nerd y se queda con Jean Gray (o eso dicen), pero Logan es infinitamente más complejo en tanto personaje.
El punto es ser salvado a través de buenas acciones, aunque muy cuestionables. Akuma, el demonio de Street Fighter, siempre me recordó un poco a ese otro malo genial, Darth Vader, en el sentido de que, a pesar de tener un enorme talento, se deja seducir por su propio lado oscuro. La bella Morrigan de Darkstalkers es un ejemplo perfecto de lo atractivo que pueden ser los demonios.
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