La manija de la puerta está sarrosa por eso cualquiera que tenga que abrir la puerta tarda un par de minutos en hacerlo. La báscula sobre la que se pesan los pacientes está corroída de un lado, también por el sarro. Las puertas han sido carcomidas por la humedad de los años. Pero el mueble del fondo, que guarda parte de los instrumentos médicos, tiene otro padecimiento: termitas. Bienvenido a la sala de emergencias del Centro de Salud Villa Libertad.
Aquí los médicos y enfermeras atienden a sus pacientes de la mejor manera que pueden, con lo que tienen: una batería de equipos médicos viejos y desgastados. Desde los tensiómetros hasta las camillas.
91,075,772 córdobas se prevé invertir para la construcción de Centros de Salud.
33,104,477 córdobas es el monto previsto para el equipamiento médico de las unidades de salud de primer nivel.
16,255,380 córdobas es el presupuesto destinado para la rehabilitación de los Centros de Salud.
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Los que llegan a consulta o por emergencia los fines de semana, aguardan en las bancas. Aseguran que la atención es buena y medianamente rápida, pero que hacen falta mejores condiciones.
Si bien es cierto la condición de los Centros de Salud no es tan dramática como la de los hospitales de referencia nacional, donde con cada aguacero se inundan sus salas, para los usuarios de los mismos la situación es preocupante.
SIN ENERGÍA
“Ahorita no estamos nebulizando, amor”, dice la enfermera que está tomándole la presión a una joven embarazada.
“Me dijeron que trajera a la niña tres veces al día”, reclama la muchacha morena que carga una bebé.
“No tenemos luz amorcito. Solo que volvás más tarde a ver qué pasa”, contesta y continúa atareada con otra paciente.
La joven suelta un suspiro de molestia y se va. No es la única, ni la última que tendrá que volver a casa sin nebulizar a su hijo. La enfermera cuenta que al menos diez han llegado al Centro de Salud Francisco Buitrago la mañana del sábado, pero no pueden hacer nada.
Las lluvias no solo afectaron las casas y la salud de muchos, el apagón nacional del viernes afectó el sistema eléctrico de este centro. Durante el sábado una planta eléctrica abastecía de energía el área de emergencias, pero el voltaje solo alcanzaba para las lámparas que alumbran el lugar y para mantener encendidos un par de abanicos viejos que evitan que la gente muera de calor.
El equipo médico ha encontrado en la comunidad aliados para que la situación no empeore.
“Hay una brigada de la comunidad que trabaja en coordinación con la Alcaldía y que realiza labores de limpieza y mantenimiento. Evitamos que se acumule basura o que se hagan charcas para que no nos inundemos”, comenta la doctora Argentina Cortez.
En el caso del Centro de Salud Pedro Altamirano las condiciones son más óptimas. Las salas están limpias, las paredes, ventanas y piso en buen estado. Es uno de los Centros de Salud que mejor se conserva, tomando en cuenta que atiende a una población de 166 mil personas, de 69 barrios de la capital, según la subdirectora Patricia Sequeira.
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