Managua /ACAN-EFE/
La Iglesia católica de Nicaragua denunció hoy a “países o grupos económicamente poderosos” por presionar a los legisladores para que el nuevo Código de la Familia, en discusión en el Parlamento, admita el matrimonio y la unión de hecho entre homosexuales.
La acusación, que no menciona a ningún país o grupo económico en particular, fue divulgada en Managua por la Conferencia Episcopal en un comunicado en ocasión del Día de las Madres, que se celebra hoy en Nicaragua.
En ese mensaje la Iglesia católica se declaró contenta porque el nuevo Código de la Familia no acepta la existencia de familias homoparentales, pero repudian las presiones de grupos extranjeros.
“Reconocemos con satisfacción que a pesar de las presiones de países o grupos económicamente poderosos” a favor de los homosexuales, los diputados nicaragüenses conservaron en el nuevo Código que “la verdadera familia tiene como fundamento la unión estable entre un hombre y una mujer”, dijeron los obispos.
El clero, además, criticó que esas presiones son “amplificadas y magnificadas” por “diversos medios de comunicación social, en contra de la doctrina eclesial acerca de la familia y del matrimonio”.
Los diputados de la Asamblea Nacional nicaragüense comenzaron en abril pasado a debatir el nuevo Código de la Familia, que prohíbe explícitamente el matrimonio o la unión de hecho entre personas del mismo sexo.
La comunidad de la diversidad sexual en este país centroamericano ha reprochado esa medida y reclamado sus derechos para formar y dirigir familias homoparentales.
El pasado 24 de mayo representantes de las iglesias evangélicas, que también se oponen al matrimonio entre homosexuales, coincidieron frente al edificio del Parlamento con activistas de la diversidad sexual, y cada grupo protestó para defender sus posturas sobre la unión entre personas del mismo sexo.
La demanda de los homosexuales es respaldada por el procurador de los derechos humanos, Omar Cabezas, quien pidió a los diputados aprobar por ley la existencia de familias homoparentales.
La Iglesia católica, en tanto, afirmo sentirse complacida porque Nicaragua “dará ante el mundo un testimonio de respeto a los valores cristianos en lo que respecta al matrimonio y a la familia”.
Pero también manifestó su preocupación porque en el nuevo Código existen “enunciados que puedan conducir peligrosamente a usurpar el derecho de los padres sobre sus hijos menores, mediante intromisiones en la privacidad familiar de parte de grupos políticos o de personas ajenas al núcleo familiar”, sin precisar más detalles.