Carla Torres Solórzano y Jeniffer Castillo Bermúdez
Este martes los estudiantes de la carrera de Odontología de la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) recibieron la noticia de que su carrera cerraría por la falta de laboratorios y demás condiciones académicas.
1,500 dólares puede gastar un estudiante de Odontología solo en instrumentos, folletos y libros cada semestre. Toda la inversión de los casi 200 alumnos sería un desperdicio si la UNAN-Managua decide cerrar la carrera.
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- 03 carreras ofrece la Facultad de Ciencias Médicas: Odontología, Optometría y Medicina General. Solo esta última es la que dispone de laboratorios y clínicas. Hace dos años se prometió la construcción de nuevos laboratorios pero no lo han hecho.
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El cierre sería temporal, según comentaban los estudiantes. Durante un año se buscaría la manera de “oxigenar” los gastos de mantenimiento de las clínicas y laboratorios de esta carrera.
“Todos estamos asombrados porque llegaron los compañeros de UNEN (Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua) a pegarnos hojas en las que citaban a una conferencia para abordar el cierre de la carrera de Odontología. Soy estudiante de tercer año, son tres años aquí y empezar otra carrera es algo ilógico”, dijo la estudiante Yerling López.
Anibal Matamoros, presidente de UNEN en la Facultad de Ciencias Médicas, fue señalado de pegar pancartas que supuestamente confirmaban el cierre de la carrera. Sin embargo, no quiso hablar con LA PRENSA.
“Se puso la papeleta para que ellos aclararan las dudas. No hay cierre de carrera. Todo está en marcha”, fue lo único que afirmó Matamoros.
A finales del año pasado, LA PRENSA publicó que la Facultad de Ciencias Médicas aumentaría su oferta académica con el fin de aumentar su presupuesto. Hace cuatro años abrió la carrera de Odontología y desde el año pasado ofrecen la carrera de Optometría.
La UNAN-Managua recibe al rededor de 606 millones de córdobas como parte del seis por ciento constitucional.
Sin embargo, ese presupuesto no ha sido suficiente para garantizar las necesidades académicas en este recinto, donde estudian unos 15 mil estudiantes.
Un estudiante que pidió anonimato por temor a represalias explicó que la única clínica en la que realizan sus prácticas está en mal estado.
Mientras el decano de la facultad afirmó que “hay laboratorios… ellos (los estudiantes) tienen 22 sillones… son parte de los laboratorios”.
El sistema eléctrico de la clínica está en mal estado, las sillas en las que atienden a los pacientes están sin brazos y hay goteras en el techo.
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