Wendy Álvarez Hidalgo
A pocas semanas de que el Gobierno de Estados Unidos decida sobre la aprobación o no de los waivers o dispensas, la empresa privada entregó ayer en la Secretaría del Frente Sandinista una carta donde piden al presidente inconstitucional, Daniel Ortega, que haga un esfuerzo para mejorar la institucionalidad y democracia en Nicaragua.
La carta que no fue facilitada a los medios de comunicación, pero cuya entrega fue confirmada por el mismo presidente de la Cámara de Comercio Americana (Amcham), Yalí Molina, iba firmada también por el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Adán Aguerri.
En la misiva “le pedimos al presidente (Daniel Ortega) que cumpla y que fortalezcamos la democracia, que cumpla no solo con lo que están demandando los gobiernos extranjeros, de Estados Unidos y de Europa, sino también lo que demanda la misma sociedad de Nicaragua, la Conferencia Episcopal, las cámaras empresariales, los medios de comunicación”, sostuvo Molina.
- Los empresarios le recordaron al Gobierno que “sin democracia, sin institucionalidad, sin Estado de Derecho es un ancla que afecta el desarrollo de la economía nacional”.
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Estados Unidos mantiene “en capilla” a Nicaragua porque aún está por determinar si aprueba o no las dispensas, que permite al país recibir cooperación bilaterales de EE. UU. De este beneplácito también depende que el país continúe captando liquidez de organismos multilaterales donde Estados Unido tiene mucha influencia, como son el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La embajadora de Washington en Managua, Phyllis Powers, dijo en días recientes que será “muy difícil” aprobar este año a Nicaragua las dispensas. El país afronta serios problemas de retroceso en materia de gobernabilidad y transparencia en los poderes electoral y el judicial.
El representante empresarial dijo que solicitaron a Ortega que el país “vuelva a la institucionalidad, a la democracia. Se están pidiendo cosas que están juramentadas en la Constitución de la República, que se respete el voto” ciudadano. LA PRENSA intentó obtener reacción por parte del Cosep, pero su presidente no respondió las llamadas a su celular.
“Nos preocupa muchísimo a nosotros que no se otorguen los waivers. Creo que sería un acto de responsabilidad patriótico de que todos los nicaragüenses estemos conscientes de que así como se fue la Cuenta Reto del Milenio (CRM), no vale ninguna presidencia, no vale ninguna alcaldía”, expresó.
Tras las elecciones municipales en noviembre de 2008, calificada por la oposición como fraudulentas, en 2009 el Gobierno de EE. UU. decidió suspender el desembolso de 64 millones de dólares que estaba pendiente de los 175 millones que contemplaba el programa de la CRM. A través de este proyecto, miles de productores recibían asistencia técnica y financiamiento, así como se impulsaba programas de construcción de carreteras. Luego el programa se canceló definitivamente para el país.
En la carta, la Cámara de Comercio Americana (Amcham) y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) le ratificaron a Ortega que estaban dispuestos a continuar apoyando a Nicaragua en la lucha contra la pobreza. “Tenemos problemas políticos, pero no hay afectación a la inversión”, sostuvo Yalí Molina, presidente de Amcham. El empresario sostuvo que todas las fuerzas políticas se deben unir para entablar un diálogo nacional. Según datos oficiales en Nicaragua, más de 2.7 millones de nicaragüenses viven en condiciones de pobreza, de una población cercana a los seis millones de personas.
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