MÉXICO/AFP
Martha Nateras, politóloga de la Universidad Autónoma del Estado de México, manifestó que en el mandato de Peña Nieto la pobreza aumentó y los magnos avances en materia de empleo y salud se debieron a programas federales. Pese a todas las sombras sobre la gobernación de Peña Nieto, el PRI ganó la gobernación del Estado de México con el 62 por ciento de los votos.
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Helena Varela, Directora Ciencias Políticas de la Universidad Iberoamericana, explica porqué el PRI ganó en el Estado de México.
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El candidato del PRI a la presidencia de México, Enrique Peña Nieto, pese a encabezar las encuestas con más de 40 por ciento de apoyo, despierta un fuerte rechazo en amplios sectores, en parte por reclamos sobre su gestión como gobernador del Estado de México entre 2005 y 2011, según expertos.
Peña Nieto basa su campaña presidencial en la misma estrategia que le dio resultado hace siete años para ganar la gobernación del Estado de México, el más poblado del país con 15.1 millones de habitantes (13.5 por ciento del total nacional).
En abril el partido oficialista Acción Nacional (PAN) elaboró una lista de 123 compromisos que supuestamente incumplió del total de 608 que hizo en 2005. Ambos partidos se enfrascaron en una disputa sobre si un puente construido en un municipio era o no el prometido. El asunto se olvidó pronto y el exgobernador no se vio afectado.
La ventaja del priista sobre sus rivales no bajó de 20 puntos durante las seis primeras semanas de campaña, pero el 11 de mayo se produjo un punto de inflexión.
Ese día, en un acto en una universidad, estudiantes lo cuestionaron por la represión de una manifestación social en San Salvador Atenco (periferia de Ciudad de México) en mayo de 2006, en la que murieron dos personas y fueron detenidas más de 200, que denunciaron palizas y violaciones de más de 20 mujeres por policías.
Peña Nieto justificó ese operativo como necesario para restablecer el orden y afirmó que si bien se cometieron abusos, los culpables fueron castigados. Organismos de derechos humanos han denunciado que ningún responsable ha sido procesado y, el presidente de Amnistía Internacional en México, Alberto Herrera, dice que “Atenco se ha convertido en un símbolo de impunidad”.
En ese evento también fue cuestionado por el aumento de los feminicidios durante su mandato, otra acusación que le hacen sus opositores. Aunque Peña Nieto asegura que redujo esos asesinatos en 33 por ciento, Rodolfo Domínguez, abogado de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, señala que ese descenso se debe a “un ocultamiento de cifras”.
En 2011, último año de su mandato como gobernador, “se cometieron 282 asesinatos, de los cuales en 76 por ciento se ignora qué relación había entre víctima y victimario y sólo 53 han sido investigados como feminicidios”, explica.
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