Roy Moncada
Unos están carcomidos por el sarro. Otros tienen incompleto los perlines que sirven de soporte para que la gente pase. Y otros, los más peligrosos, no tienen agarraderos. Todos sufren el abandono de las autoridades municipales.
Tanto así que el puente del barrio Sol de Libertad se mece cuando Sonia Fonseca, una de las pobladoras, pasa con su hijo. Este puente no tiene agarraderos, pese a que atraviesa el cauce de la zona que en invierno se llena y se convierte en una amenaza para los pobladores.
Ante esta realidad, el concejal Luciano García, reclamó a las autoridades municipales porque “(los puentes) deberían ser una prioridad… si la Alcaldía tiene una estructura, que son los distritos, debería conocer las prioridades que hay”.
García aseguró que en el Plan de Inversión Anual 2012 (PIA) debería estar detallado el presupuesto necesario para el mantenimiento de los puentes, que generalmente sirven para que la población cruce los cauces.
De los nueve cauces que cruzan a Managua, ocho de estos culminan en el lago Xolotlán, el otro termina en la Laguna de Tiscapa. En total son 169 kilómetros donde existen miles de puentes.
Sonia Fonseca utiliza el viejo puente para ir a dejar a su hijo al preescolar. Comentó que ya han hablado con autoridades del Distrito Siete de la Alcaldía pero no ha servido de nada porque la situación es la misma.
LLUVIA EMPEORA SITUACIÓN
El peligro aumenta en invierno, cuando los cauces se llenan a causa de las lluvias. Por eso Mario Rodríguez no cruza el puente que conecta al barrio Cuba con el barrio Santa Ana.
“En cuatro años hay cuatro personas que se han ido al cauce porque no tiene barandas”, dijo Pablo Artola, habitante de Villa Libertad.
Vía presupuesto no hay una partida presupuestaria destinada al mantenimiento o remplazo de los puentes.
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