Romain Raynaldy/ AFP
Tras un breve desvío en el terreno de la comedia familiar, el actor y humorista estadounidense Adam Sandler vuelve al campo de la comedia “trash” con That's My Boy , en la que encarna a un padre indigno que viene a perturbar la estructurada vida de su hijo.
Dirigida por Sean Anders (autor de Sex Drive , 2008) y escrita por David Caspe, That's My Boy se estrena el viernes en Estados Unidos, y entre julio y octubre en Latinoamérica y España.
Adam Sandler no había vuelto a participar en una comedia para adultos —es decir no apta para menores de 17 años, lo que se conoce como “trash comedy”, o comedia basura desde Funny People , de Judd Apatow, en 2009.
Al contrario, se orientó a la comedia más prudente, como Grown Ups (traducida como Son como niños o Niños grandes , 2010), Just Go with It (Una esposa de mentira, Sígueme el rollo , 2011) y Jack y Jill (2011).
Con That's My Boy vuelve a sus primeros amores: bromas soeces, situaciones extremas, lenguaje florido y palabrotas en cadena.
Volver a la comedia para adultos “no ha sido difícil”, dijo Sandler en una conferencia de prensa en Beverly Hills.
En That's My Boy , Sandler es Donny, un cuarentón veleidoso, bebedor, irresponsable y arruinado, que disfrutó una efímera gloria mediática cuando era adolescente, por haber tenido un hijo en secundaria con una profesora que fue luego encarcelada.
Treinta años más tarde, el padre soltero no tiene noticias de su hijo Todd (Andy Samberg), que huyó de su hogar en cuanto pudo para construir una vida opuesta en todos los sentidos a la de su padre.
Pero Donny, tentado por la oferta financiera de un productor televisivo que quiere filmar un rencuentro familiar, llega sin invitación a casa de su hijo el fin de semana de su boda.
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