DAMASCO/AFP
Serguei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, un aliado del gobierno sirio, acusó a Estados Unidos de suministrar armas “a los países de la región”, durante una visita a Irán, otro defensor del régimen de Bashar al Asad.
“Nosotros no suministramos en Siria ni en ninguna parte elementos que puedan ser utilizados en la lucha contra manifestantes pacíficos, contrariamente a Estados Unidos que suministra con regularidad a los países de la región equipos especiales”, declaró.
Lavrov reaccionaba así a las declaraciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton, que había expresado el martes la inquietud de Estados Unidos por “el envío de helicópteros de ataque hacia Siria desde Rusia”.
Clinton renovó ayer su exhortación a Rusia para que ponga fin a los envíos de armas a Siria, al advertir que en ese país sumido en la violencia hay “una espiral hacia una guerra civil”.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó que ayer murieron 50 personas (40 civiles) en choques violentos en el país, en especial en la región de Homs, donde “las fuerzas regulares bombardearon desde las primeras horas del día el barrio de Jalidiyé, donde cayeron decenas de morteros”.
Mientras, las autoridades sirias afirmaron haber “reinstalado la seguridad y la calma en la región de Hafa después de haber purgado las bandas terroristas armadas que han aterrorizado a los habitantes”, informó la agencia oficial de noticias Sana citando una fuente oficial.
Sobre las afirmaciones de la ONU, de que el país está en “guerra civil”, el gobierno respondió que en realidad “lucha contra el terrorismo”.
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