Eduardo Bielsa/EFE
Este es un año de aniversarios para Paul McCartney. Tras participar en el Jubileo de Diamantes de la reina Isabel II de Inglaterra junto con varias generaciones de artistas británicos, se prepara para su 70 cumpleaños en el mismo mes en el que se conmemora la grabación del primer sencillo de Los Beatles, Love me do , escrito por el artista británico y con ella, el cincuenta aniversario de la banda.
“Este tema fue el que los hizo famosos en todo el mundo”, aseguró a Efe Jerry Goldman, director gerente de The Beatles Story, un centro que lleva 22 años dedicado a narrar de forma gráfica la evolución del cuarteto.
Y es que con ella se inició la llamada “revolución beatles” y el pop inundó la historia de la música moderna. Sus letras, su moda, su rebeldía, animaron a la juventud a “rebelarse” contra el convencionalismo y las injusticias para apostar por la paz y la libertad.
LA GUITARRA DE PAUL CONTINUARÁ SONANDO
Desde que un 10 de abril de 1970 McCartney anunciara la disolución del grupo tras tensas disputas entre los miembros, lo cierto es que McCartney —junto a Ringo Starr únicos integrantes vivos de Los Beatles— no ha parado quieto.
En su ciudad natal ya se están preparando una serie de actos y conciertos para el próximo octubre, fecha en la que salió a la venta el primer sencillo del grupo.
Figura en el Libro Guinness de los récords como el “músico y compositor más exitoso en la historia de la música popular”, con 60 discos de oro y ventas de 100 millones de sencillos en el Reino Unido.
El medio británico BBC News nombró a McCartney el “mayor compositor del milenio” y citó la canción de los Beatles Yesterday como la canción más versionada en la historia de la música, grabada por más de 2.200 artistas y repetida, desde su publicación en 1965, más de 7.000.000 de veces en la televisión estadounidense y la radio.
McCartney ha compuesto bandas sonoras para películas, música clásica y electrónica, dio a conocer un amplio catálogo de canciones como artista en solitario, y ha participado en proyectos para ayudar a organizaciones benéficas internacionales.
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Un mes más tarde salía su primer álbum en solitario de título homónimo y un año después Ram con la colaboración de su mujer Linda, con la que se había casado en 1969 y madre de los tres primeros hijos del compositor de Allterton, Liverpool.
Varias décadas después, su actuación en el Jubileo de Diamantes de la reina Isabel II ponía el broche de oro a un macroconcierto en los jardines de Buckingham, que reunió también a otros artistas de la talla de Stevie Wonder o Elton John.
Cinco canciones, entre ellas All my loving y Let it be, bastaron a McCartney para demostrar que todavía tiene un gran hueco en los escenarios y que el “beatle” todavía afloraba en los acordes de su guitarra cincuenta años después.
UNA VIDA DE ESTRELLA
Conocido vegetariano, Paul McCartney ha destinado parte de su millonaria fortuna a la defensa de los animales —labor que compartía junto con su primera mujer— e incluso en 2005 se negó a actuar en el gigante asiático por la poca protección que China destinaba a perros y gatos.
Pero fuera de su faceta solidaria, el cantante ha tenido que enfrentarse a la presión mediática. Y con la separación de su segunda mujer, la exmodelo Heather Mills, comenzó un camino de rosas con espinas por los juzgados.
Y no es para menos, según la lista elaborada por The Sunday Times el pasado febrero, el cantante británico posee la tercera mayor fortuna del mundo de la música británica, gracias por supuesto a sus composiciones y a sus discos en solitario.
El último, Kisses on the bottom (Besos en el trasero), contiene —según el propio artista—, las grandes baladas de su juventud que inspiraron a Los Beatles, entre ellas My Valentine, con el que suma nuevos ingresos a su tercer matrimonio con la estadounidense Nancy Shevell.
Mientras tanto Paul McCartney, caballero —con título de Sir— del Imperio Británico, ya tiene su próxima cita con el público mundial. Será el 27 de julio con motivo de la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres.
La actuación del “beatle” no es más que otra muestra de que el compositor sigue siendo una de las figuras de la música mundial, algo que demuestran sus catorce premios Grammy y el Oscar que se concedió a la banda por Let it be (1971), canción del documental que grabó a Los Beatles en el álbum de mismo nombre.
También su hija Stella ha seguido el legado mediático y ecológico de su predecesor, y hoy en día es una de las diseñadoras más reconocidas de la moda británica, confeccionando entre otros la equipación que los atletas del Reino Unido portarán en los Juegos de este verano.
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