David Valenzuela
EFE
La figura de Abraham Lincoln regresa a la gran pantalla como un valiente cazavampiros en un ambicioso filme en 3D dirigido por Timur Bekmambetov y producido por Tim Burton, quien no ve nada raro en convertir al decimosexto presidente estadounidense en el mayor enemigo de los congéneres de Drácula.
“Recuerdo ver imágenes de Lincoln que muestran a un personaje como embrujado que bien podría estar cazando vampiros por las noches, así que la historia tiene cierto sentido”, aseguró Burton en una entrevista con Efe.
La premisa de la cinta es más que increíble: un Lincoln atormentado por la muerte de su madre a manos de un vampiro dedica su vida, además de a la política, a perseguir a una estirpe que domina el sur del país, donde se alimenta de esclavos y cuyas ansias de dominio detonan la Guerra Civil (1861-1865).
Armado tan solo con un hacha, el llamado “Gran Emancipador” de los esclavos negros en EE. UU. aparece en la pantalla como un superhéroe en toda regla, capaz de cortar la cabeza de cuanto vampiro se le ponga delante, primero por ansias de venganza y después en aras del bien común del país y la humanidad.
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