BUENOS AIRES/AFP
Una protesta de camioneros y otros sindicatos de la dividida central obrera peronista CGT enfrenta este miércoles en Argentina el poder de la presidenta Cristina Kirchner, con una huelga y un multitudinario mitin en la histórica Plaza de Mayo.
Al frente de la movilización está el líder de la central gremial, el camionero Hugo Moyano, quien pasó a la oposición y desafía a Kirchner con una demostración de fuerza, con el argumento de reclamar la eliminación del impuesto a los salarios y la restitución de subsidios familiares a los trabajadores.
“Esto no parece un gobierno peronista. Nosotros no nos alejamos del gobierno, fue la presidenta la que se alejó de los trabajadores”, criticó el martes en rueda de prensa el jefe de la CGT, tradicional columna vertebral de los gobiernos de signo justicialista como el de Kirchner.
Pero la mandataria está embarcada en echar a Moyano de la conducción obrera y propiciar el encumbramiento de un nuevo ladero fiel, el líder del poderoso sindicato metalúrgico, Antonio Caló, con miras al congreso de la CGT el 12 de julio, según especialistas.
En un discurso en cadena nacional ayer martes, la jefa de Estado exhortó a los huelguistas opositores a “cesar las 'operaciones' (maniobras políticas) porque esta presidenta no es 'operable' (influenciable) políticamente”.
En su defensa, el sector antimoyanista de la CGT publicó un aviso pago en medios de prensa donde critican al líder camionero acusándolo de buscar “un mezquino beneficio personal, unirse a la Sociedad Rural (grandes hacendados) y los dueños del capital, con una clara intencionalidad política”.
La declaración anticipa la fractura que se avecina en la CGT, que cuenta con ocho millones de afiliados, en dos sectores: uno hegemonizado por Moyano y otro por los antimoyanistas de Caló. “Moyano está dispuesto a mantener la lucha con la Casa Rosada (gobierno), de la cual depende no sólo su permanencia al frente de la CGT, sino también su sobrevivencia política y sindical”, dijo este miércoles a la AFP el politólogo y analista Rosendo Fraga, director del centro de estudios Nueva Mayoría.
Decenas de miles de trabajadores, en su mayoría camioneros, gremio que nuclea a unos 250.000 afiliados, marchaban este miércoles hacia la tradicional plaza de las movilizaciones populares. Fraga afirmó que “Kirchner enfrenta el desafío sindical más importante en los nueve años que lleva el kirchnerismo en el poder”.
Moyano fue un aliado táctico de los gobiernos del fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y de su esposa y sucesora (2007-2011, reelegida hasta 2015), pero saltó a la oposición ante la amenaza de ser eyectado del liderazgo sindical.
“No hay espacio para ambos. Son como dos trenes de frente a punto de chocar”, analizó el sociólogo y politólogo Jorge Giacobbe, titular de la consultora homónima y asesor de Transparencia Internacional. El momento de la huelga y movilización no es el mejor para Kirchner a raíz del freno a una economía dinámica que crecía desde 2003 a un promedio del 8% anual.
La fortaleza de la economía, médula espinal de la popularidad del kirchnerismo, está en vías de quebrarse por impacto de la crisis mundial, donde Europa no se estabiliza y Brasil tampoco arranca, según la consultora privada Bein y Asociados.
La inflación real, para colmo, ronda el 25% o 30% anual según estudios privados, pese a que las desprestigiadas cifras oficiales la ubican en menos del 10%.
De hecho, Moyano pasó a ocupar este miércoles el centro del espacio antigubernamental, ante la debilidad de la oposición socialdemócrata expresada en la Unión Cívica Radical, segunda fuerza legislativa, y el Frente Amplio Progresista, segundo en las presidenciales de 2011.
