Por: Lucía Navas
Nicaragua y Haití ocupan desde hace décadas los últimos lugares en las mediciones de los organismos internacionales por sus bajos indicadores económicos. Cuando se habla de economías pequeñas y pobres ambos países aparecen como los ejemplos.
Pero los últimos años la distancia entre Haití y Nicaragua empieza a ser notoria, sobre todo en los indicadores de pobreza e ingreso per cápita que obtiene la población, donde los nicaragüenses obtienen mejores resultados, lo cual para empresarios, funcionarios de Gobierno y especialistas de organismos internacionales y nacionales, es muestra de que en el país el modelo de crecimiento económico está funcionando.
¿CUÁL ES MÁS PEQUEÑA?
Haití superó levemente a Nicaragua al medir el Producto Interno Bruto (PIB) en 2011, que es el reflejo del tamaño de las economías. En su informe de Perspectivas Económicas para las Américas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recoge que el PIB de Nicaragua creció a 7.3 mil millones de dólares, en tanto que el PIB de Haití quedó en 7.4 mil millones de dólares.
Haití mostró la recuperación económica más importante en la región latinoamericana en 2010 y 2011 ya que, tras el terremoto de enero de 2010, la inversión extranjera directa se cuadruplicó, impulsada por grandes proyectos en telecomunicaciones. En los últimos dos años Haití recibió 150 y 180 millones de dólares respectivamente en concepto de inversión, cuando regularmente apenas percibía unos 35 millones de dólares en promedio.
Y si bien Nicaragua en monto absoluto recibió más en inversiones (989 millones de dólares) en 2011, y el crecimiento de su economía fue uno de los mejores de la región (4.7 por ciento), el crecimiento económico de Haití fue mayor (5.6 por ciento) y por tanto el resultado fue que su PIB superó levemente al PIB nicaragüense.
Pero esas nuevas posiciones no dejan a Nicaragua en el fondo del ranking, sostienen Gobierno, empresarios, economistas independientes y el mismo FMI en sus informes. Todos explican que podría concluirse, por el nivel del PIB, que Nicaragua sigue siendo una de las economías más pequeñas del continente, pero no la primera en la lista, porque no se pueden “eliminar en las comparaciones” a los países del Caribe, los cuales tienen PIB más pequeños que Haití, pero mayor poder adquisitivo.
René Vallecillo, economista, y Enrique Alaniz, director de investigaciones de la Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (Fideg), explican que esta reducción en el tamaño del PIB, con relación a Haití, significa que el valor de todos los bienes y servicios producidos por las personas que habitan dentro del territorio nicaragüense es ligeramente menor al valor de todos los bienes y servicios producidos por las personas que habitan dentro del territorio haitiano.
Vallecillo dice que el informe del FMI solo refleja cómo están desde Canadá y Estados Unidos —las economías desarrolladas y más grandes— hasta las islas caribeñas. Pero dice que si se quiere comparar a los países por su PIB, se nota que Nicaragua está mejor que otros países como Belice.
De quienes se aleja es de Costa Rica, Panamá y República Dominicana, sobre lo cual el Banco Mundial refleja que estas economías entraron a un nivel de desarrollo más avanzado que a Nicaragua le va a costar muchos años para acercarse.
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A su vez el economista explica que lo correcto es medirlos por cómo está distribuida la riqueza entre sus poblaciones, para determinar dónde se está avanzando más económicamente.
Da como ejemplo que si bien el PIB de Belice es más pequeño (1.5 mil millones de dólares) “su población es menos (300 mil habitantes), pero hay una mejor redistribución de la riqueza y por lo tanto hay menos pobres”.
Con Nicaragua y Haití el problema persistente es esa mala distribución de la riqueza. “El que tiene peor distribución de su riqueza teniendo mayor población es Haití y le seguimos nosotros (Nicaragua)”, indica Vallecillo.
Alaniz dice que a partir del PIB “no se puede sacar ninguna conclusión acerca de la incidencia de la pobreza en un país”, ya que “lo más aceptable sería comparar el PIB per cápita de ambos países”.
Aquí Nicaragua se distancia bastante. Haití tiene 10.2 millones de habitantes en tanto Nicaragua 5.9 millones de personas. Pero en 2011 el PIB per cápita, ajustado por la paridad del poder de compra del nicaragüense, subió a 1,239.2 dólares, superando el de Haití que fue de 737.88 dólares.
ES COYUNTURAL
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), analiza que el comportamiento particular en el impulso del crecimiento económico de Haití es similar al que experimentó Nicaragua tras sufrir un desastre natural.
Recuerda que Nicaragua luego del huracán Mitch, en 1998, recibió una fuerte inyección de cooperación internacional que estimuló el crecimiento económico en tasas de hasta siete por ciento anual. Aguerri dice que está ocurriendo lo mismo con Haití, donde la comunidad internacional respalda la reconstrucción del país luego del terremoto del 2010 y todo ese esfuerzo sistematizado se está traduciendo en ese crecimiento del PIB.
Aguerri sostiene que Nicaragua está separándose de Haití porque mantiene un crecimiento económico más estable, el ingreso per cápita del ciudadano es mejor y hay avances en la reducción de la pobreza.
A REVISIÓN PORSUBVALUADO
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, no está convencido que el PIB de Nicaragua esté reflejando su realidad. Por eso anunció que el Banco Central de Nicaragua (BCN) tiene la tarea de “iniciar la revisión” de todas “las cuentas nacionales” “para saber quién está punteando, como diríamos en los deportes”.
Para Acosta “si estamos en el último o antepenúltimo lugar no es lo relevante”, sino cómo se consigue avanzar más rápido en el crecimiento económico del país.
Vallecillo considera necesario que se actualice el PIB, lo cual está pendiente desde el 2002. Dice que “siempre se ha creído que el PIB está subvaluado”, debido al gran nivel de informalidad existente en las actividades económicas, que se estima es del 50 por ciento.
“Significa que solo estamos cuantificando nuestra economía en base a nuestro sector formal y se deja fuera el gran aporte del sector informal, por eso se subvalúa el PIB”, explica Vallecillo. Por esa condición otros indicadores son dudosos.
Según datos oficiales, en el segundo trimestre del 2011 el 53.1 por ciento de la población ocupada de Nicaragua estaba en el subempleo.
“Por eso nos aparece la carga tributaria más grande de Centroamérica, porque al estar subvaluado el PIB, la recaudación aparece que tenemos el 21 por ciento y en (el resto de) Centroamérica anda entre el 15 y 17 por ciento. Aquí en Nicaragua pagamos un montón de impuestos pero pagamos los formales, los informales no pagan impuestos”, destaca Vallecillo.
La actualización servirá para saber si en verdad el gasto público con respecto al PIB es del 23 por ciento, ya que el economista recuerda que se critica “que gastamos mucho en función del tamaño de la economía”.
Enrique Alaniz, de Fideg, está de acuerdo en que se sabrá si está o no subvaluada la medición actual del PIB hasta que todas las actividades económicas hayan sido incorporadas y existan los nuevos cálculos. “Por ejemplo, hace siete años el servicio de transporte estaba limitado a buses y camionetas, hoy ese servicio también lo dan miles de caponeras esparcidas por todo el país, barrios, comarcas, cuyo servicio en el pasado nunca se calculó. Hoy es necesario incorporarlos, y así como en transporte, podemos mencionar muchas otras actividades que antes no se incluían en la medición del valor agregado, y por tanto en el PIB”, apunta.
El resultado de esto permitirá, coinciden los especialistas, definir mejores políticas y estrategias de crecimiento económico, y por ende, obtener mayor avance en la reducción de la pobreza.
MAÑANA: ¿Nicaragua ya no es tan pobre?
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