MÉXICO/AGENCIAS
Los mexicanos votaron ayer bajo fuertes medidas de seguridad por la violencia del narcotráfico, en unos comicios en los que se decidió el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder a 12 años de haber sido destronado.
“Voté esperando que se me respete el voto. Espero que acabe la violencia para vivir y trabajar tranquilo”, expresó Luis Sevilla, de 26 años, quien vende saltamontes asados en un mercado de la capital.
Este movimiento, que surgió durante la campaña para denunciar lo que considera una alianza entre algunos de los principales medios de comunicación y Enrique Peña Nieto, acreditó a 1,500 personas como observadores en las mesas de votación.
También instaló en la jornada un “cuarto de paz”, en la que recogió y procesó las denuncias recibidas, que van desde la compra de votos a la presencia de propaganda electoral cerca de los centros de votación.
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“La seguridad es lo más importante, fue lo que determinó mi voto”, manifestó Gabriel González, maestro de 49 años, en Monterrey, capital de Nuevo Léon cerca de un cuartel policial cerrado tras ser atacado a tiros a inicios de año.
Al cierre de las mesas electorales, el titular del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés, destacó que millones de mexicanos “acudieron a las urnas para consolidar la democracia”, en una jornada en que casi el ciento por ciento de las mesas fueron instaladas.
En su natal Atlacumulco, en el Estado de México, un sonriente Enrique Peña Nieto, quien según los resultados de los primeros sondeos había ganado con más de cuarenta por ciento de los votos la presidencia, dijo con aire de victoria esperar que “sea el pueblo de México el triunfador”.
Este abogado de 45 años, casado con la popular actriz Angélica Rivera, prometió un “gobierno eficaz” que genere seguridad y empleos, en un país agobiado por la violencia y con casi la mitad de los 112 millones de mexicanos en pobreza.
El PRI ha ganado impulso por la fatiga del mexicano frente a la fuerte escalada de una guerra contra las drogas, que ha matado a unas 50,000 personas en los últimos seis años.
El PRI anticipó un mensaje con el que busca tranquilizar a sus detractores, al asegurar que no restauraría prácticas autoritarias y corruptas del pasado, como advierten sus opositores.
Segunda economía de América Latina, México vio crecer en 15 millones su población de pobres desde 2000, bajo gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN), lo que pesa, según los analistas, en el electorado.
La candidata del partido gobernante, Josefina Vázquez Mota, admitió que la tendencia de voto indicaba que había perdido los comicios presidenciales, en mensaje a sus partidarios, acompañada de otros dirigentes del grupo político.
Peña Nieto empezó a sonar como el candidato ideal de un PRI dividido y desacreditado que quedó tercero en la elección presidencial de 2006. “Mi compromiso es cambiar México. (…) El pasado ya está escrito, pero a partir de hoy tenemos la oportunidad de escribir una nueva página en la historia de México”, dijo en el arranque de su campaña.
Sus apuros cuando tiene que salirse de su discurso preestablecido —como cuando no pudo decir el precio de la tortilla, alimento básico de los mexicanos—, le han valido una fama de vacío y superficial, pero no han hecho mella en su popularidad.
POCOS INCIDENTES
Helicópteros y policías vigilaron la populosa Ciudad de México. Militares patrullaron los Estados más violentos como Tamaulipas y Veracruz, Nuevo León y Guerrero, donde operan poderosos cárteles como Los Zetas y el de Sinaloa, que disputan a sangre y fuego las rutas de la droga.
“Se han presentado algunos incidentes, pero son aislados”, aseguró Calderón, luego de una reunión con el Gabinete de Seguridad.
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