Tania Sirias
Unos luchan por ser bendecidos por el dedazo; otros por la no imposición de candidatos; algunos quieren ser concejales y otros más esperan obtener cuotas de poder dentro de las estructuras del gobernante Frente Sandinista (FSLN).
Tipitapa es el caso más reciente donde las pugnas han salido a flote; ahí las “dirigencias” se acusan mutuamente de corrupción y malversación de fondos en los proyectos sociales. El resultado: la reciente destitución del secretario político Javier Flores y la división profunda entre los grupos afines al partido y los que proponen cambios en la estructura local. Aquí han surgido tres grupos de poder.
El primer grupo corresponde a los miembros que apoyan al exsecretario político Javier Flores; el segundo corresponde al alcalde César Vásquez, recién nombrado secretario político y el tercer grupo se hace llamar “Los 25”, quienes se enfrentaron a balazos, golpes y machetazos en mayo pasado exigiendo cambio en las estructuras.
Fuentes internas relatan que el pasado 4 de julio los miembros del zonal departamental de Managua se trasladaron a Tipitapa para destituir a Flores como secretario político. Quienes ejecutaron la destitución fueron Dámaso Vargas, Reynaldo Mairena y el presidente del Consejo Electoral Departamental (CED), Julio Orozco.
MURILLO DA LA ORDEN
La fuente relató que el grupo de Flores, quienes son fiscales de rutas electorales del municipio, se opuso a la remoción, ya que el ahora “decapitado” les había prometido puestos como concejales en la comuna en los próximos comicios.
“Hubo un pleito donde les rayaron los carros y les poncharon las llantas a los delegados de Managua. Se llamó a Fidel Moreno y este dijo que la orden de destitución venía de Rosario Murillo y era irrevocable. Además le advirtió al grupo de Flores que debía pagar los daños de los vehículos”, relató la fuente. Los fiscales de ruta, entre ellos Augusto Pastor Somarriba, quien es asesor de la Alcaldía, y Omar Berroterán, financiero de la comuna, amenazaron con obstaculizar el proceso electoral si no se restituye a Flores en su cargo. La respuesta de “arriba” fue la destitución del secretario político y la amenaza a quien se oponga a los designios de la “compañera”.
REBELIONES POR DOQUIER
Aparte de Tipitapa, otros lugares donde se han desatado feroces pugnas de poder por los llamados dedazos, en esta semana, han sido municipios de Masaya, Granada, León, Estelí, Madriz y Chinandega.
Nindirí es uno de los municipios que sigue exigiendo la destitución del secretario político departamental, Orlando Noguera, y en El Jicaral el cambio de candidatura.
Fuentes en pugna dentro del FSLN afirman que en las destituciones ordenadas por Rosario Murillo hay pasadas de factura por corrupción: se deben a malos manejos que han hecho secretarios políticos y candidatos con proyectos sociales que impulsa el Gobierno con cooperación venezolana.
En el caso de Tipitapa afirman que tras la destitución de Javier Flores es un supuesto faltante de proveniente del programa Crisol. “Este programa de gobierno va dirigido a los pequeños productores, a los que les hacen préstamos para que puedan sembrar la tierra. El problema fue que el exsecretario político se recetó préstamos para él y sus allegados y la menos beneficiada fue la población. Igual ocurrió con la entrega de zinc, cocinas, así como los otros proyectos”, confiaron las fuentes.
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