Un estimado lector de esta columna quiere saber por qué a su abuelo de 70 años “le cuesta tragar y qué debe hacer”. La dificultad para tragar o disfagia es síntoma principal de problemas de importancia a nivel del esófago, órgano que lleva la comida al estómago. Otros síntomas son dolor en el pecho, vómitos, acidez que sube desde la “boca del estómago” a la boca, gran salivación y pérdida de peso.
Un buen interrogatorio orientará al origen de la disfagia y lo más importante es definir si estamos frente a un proceso grave o de causa orgánica, la que se caracteriza por ser progresiva: primero no se pueden tragar sólidos, por ejemplo pan y carne. Después es imposible beber líquidos, aunque sean pequeñas cantidades, entonces estamos frente a una disfagia total que cede poco o nada con tratamiento.
En todo adulto, en especial cuando es de la tercera edad, toda disfagia debe ser atendida a la mayor brevedad por el médico internista. Lo más importante es poder diagnosticar a tiempo enfermedades curables.
En personas que tienen defensas bajas, caso de ancianos pueden verse esofagitis infecciosas por candidiasis.
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