Alina Lorío
Una interesante coincidencia ocurrió hace algunos días, cuando tres candidatos a alcaldes por el municipio de Murra, Nueva Segovia, en sus respectivas camionetas se encontraron en el fangoso trayecto entre el poblado de Murra y la comunidad de El Rosario. Las circunstancias los unieron y solo así pudieron salir del lodo.
A la altura de El Doradito una camioneta del Frente Sandinista se encontraba embancada en el lodazal, cuando apareció del lado contrario Jorge Siles, candidato a alcalde por el PLI y se dispuso a sacar con su vehículo el vehículo atascado.
Luego en su intento por pasar, Siles también tuvo dificultades para pasar por el mismo tramo y Carlos Arosman Barahona, candidato a alcalde por el FSLN, se dispuso a halarlo para que saliera a tierra firme. Horas más tarde, Carlos Arosman Barahona se embanca en otro pegadero y apareció Carlos Roa, candidato a alcalde por el PLC, quienes después de casi dos horas y bajo lluvia lograron juntos salir del fango.
11,000 habitantes aproximadamente habitan entre el trayecto El Rosario-Murra.
1,300 caficultores hay en esa zona productiva, ubicada a 28 kilómetros al noreste del poblado de Murra.
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Apenas fue una muestra de lo que viven a diario los habitantes de la zona. En la reciente cosecha cafetalera algunos productores tuvieron que pagar hasta 800 córdobas por transportar a Murra una carga (dos quintales) de café pergamino. Otros perdieron la producción.
Para funcionarios del Magfor, las pérdidas anduvieron por el 20 por ciento. En los ochenta los murreños sacaban su café de la montaña en mulas, pero tiempo después los productores vendieron sus bestias y ese sistema quedó desmontado cuando en algún momento el trayecto Murra-El Rosario fue reparado y ya se podía meter vehículo en todo tiempo.
La Alcaldía adquirió una maquinaria mínima (una retroexcavadora y un camión) que los productores esperaban para al menos tapar con material selecto algunos pegaderos, pero no hubo esa voluntad, dijo Luzmilda Zúniga, habitante de la comunidad de Arenales, quien además cuenta que en una ocasión, ella embarazada, tuvo que quedarse toda la noche en el camino, por que el vehículo en el que iba quedó atascado en el lodo.
Hasta hace dos meses el camino era largo, con inmensas cárcavas y pegaderos de puro barro, que ocupaba a quienes se atrevían a hacer esa travesía hasta tres días para llegar al poblado de Murra.
Reparación lenta
La Alcaldía liberal de Murra consiguió que el MTI contratara los servicios de la empresa Encose (de Estelí), para rehabilitar el tramo, en el cual lleva unos siete kilómetros de avance.
Carlos Roa, candidato a alcalde por el PLC, señaló que el retiro de una empresa constructora subcontratada atrasó el curso previsto de las obras, y sumado a ello se fueron debiendo 400,000 córdobas al señor Roberto Quiñónez, propietario de la gasolinera en El Jícaro y cinco mil metros cúbicos de material selecto.
Otra empresa subcontratada se encuentra trabajando en la rehabilitación del tramo Murra-El Rosario y esperan concluir a más tardar en septiembre, para dejar la carretera transitable en todo tiempo.
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