Eddy López
La mujer de iniciales I.C.S.A., que fue violada el miércoles pasado, dice vivir de nuevo atormentada. Asegura que no duerme y teme que su expareja Mario José Rodríguez, de 33 años, llegue a matarla si sale de la cárcel.
El hombre, además de abusar de ella, le habría quemado sus partes íntimas e introdujo una rama con espinas en su vagina. Esto ocurrió en la comunidad El Tamarindo, localidad de La Paz Centro, municipio de León.
La mujer recordó que hace 15 años vivió una situación similar a la actual.
Aseguró que hace quince años, el hombre también le quemó sus partes íntimas, en ese entonces interpuso la denuncia y él huyó, meses después llegó a pedirle perdón y, según ella, “por temor a que la maltratara” decidió seguir con la relación, desde entonces asegura que ha vivido 15 años de calvario.
Ayer la mujer agredida, desmintió las declaraciones de su expareja, que dijo el domingo que fue ella la que se había quemado los vellos de sus partes íntimas y que se había lastimado cuando cruzaba un cerco de ramas con espinas.
RELATA SU CALVARIO
“Ese día me obligó y me llevó bajo un puente llamado El Pacífico, me decía que me iba a arrepentir y que era una zorra barata, estando en el punto me dijo que me quitara la ropa y me pegó, luego me dijo que me iba a envolver con una sábana blanca y empezó a preguntar cómo me hacia el sexo mi nuevo compañero”, expresó la mujer de 35 años.
Refirió: “Después de haberme quitado la ropa, encendió un cigarro y me lo pegó en mis partes, luego cortó la rama con espinas y me la pasó por mis partes, después me siguió golpeando diciéndome que me iba a tratar como zorra”.
La mujer asegura que su expareja la obligó a tener sexo, aunque Rodríguez dice en su defensa que fue con el consentimiento de ella.
Después de lo ocurrido, el miércoles pasado, la mujer tuvo que irse hacia otro lugar, ya que asegura que la familia del agresor quiere que desista de la acusación y así lograr que Rodríguez salga en libertad.
Ella dijo que no desistirá de la acusación y que la llevará hasta las últimas consecuencias. Relató que no ha recibido atención psicológica por parte de las autoridades competentes y que teme por su vida, por lo que pidió protección.
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