14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

LA PRENSA/O.NAVARRETE

Apasionada

Ángela Saballos inició su contacto con los libros desde muy pequeña. Sus padres, ávidos lectores, provocaban en ella curiosidad, y así rogándoles que le leyeran algún cuento. Muy pronto aprendió a leer y no se despegaría de ese hábito.

Javier Arana

Ángela Saballos inició su contacto con los libros desde muy pequeña. Sus padres, ávidos lectores, provocaban en ella curiosidad, y así rogándoles que le leyeran algún cuento. Muy pronto aprendió a leer y no se despegaría de ese hábito.

Sus lecturas, heterogéneas, iban desde Mujercitas de Louisa May Alcott hasta las ficciones de Julio Verne, las colecciones de cuentos finlandeses y griegos.

Esa afirmación por las letras la llevaron a la literatura política, en el periodismo las entrevistas: Mis preguntas, Elecciones 90 (Managua: 1990), Mis preguntas, Elecciones 1996, (Managua: 1996). Todos los otros somos nosotros mismos, Elecciones 2006 (Managua: 2006) y en ficción su primer libro de cuentos El triángulo de la Chela , (Managua: CNE 2010).

Su vida, desde que tiene memoria está relacionada con el periodismo. “Desde niña quería ser periodista”, cuenta Ángela. Fue una posición ética ante la vida, una disposición en contra de la injusticia. El periodismo en LA PRENSA también la influyó, dice.

Antes de encontrarse con las letras, sus padres la obligaron a estudiar odontología, en los Estados Unidos, pero abandonó la carrera, después regresó a Nicaragua, pagándose sus estudios para graduarse como licenciada con honores en periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en 1970.

[doap_box title=”Música y Cine” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Su ecléctico gusto musical va desde la tropical música brasileña, pasando por el profuso jazz y ante todo lo clásico. “Me encanta Mozart y Beethoven con su fuerza”.

De las películas dice: “Unas están perfectas, otras se le ven las costuras”. En El padrino y El último tango en París , en la lista de preferidas. Se regocijó con la condecoración que llevó El Artista en los Premios Oscar. “La edición termina resolviendo todo los errores anteriores, yo cuando tenía mi programa de televisión dirigía y editaba. Uno aprende tanto”.

A los 25 años tiene a su primera hija: “Cuando tu hijo al nacer te queda viendo con sus ojitos y sentís su mirada, luego se va desarrollando ese amor”, dice.

[/doap_box]

Recrea que fue de las primeras pioneras en el reportaje femenino de LA PRENSA en los años setenta. Pitillo, (así la llamaban de cariño) de esa época, a clara que en una ocasión se introdujo en el pabellón de los soldados de la Guardia Nacional en el Hospital Militar y logró informarse. Estaba prohibido para los civiles la entrada, verificó que habían soldados heridos, demostrando así que la guerrilla nicaragüense luchaba y que la dictadura somocista mentía al decir que la había aplastado. “No podía quedarse de brazos cruzados. Quería sentirse útil para el país”, reitera.

Sus inicios en el periodismo fueron en un período difícil para los periodistas, que se oponían a la dictadura somocista.

Además de ser reportera del Diario LA PRENSA, comenta que fue en una universidad donde aprendió y se relacionó más de cerca con los problemas que sufría el país. “A pesar de que no dejaban entrar mujeres. Al fin pude entrar al Club de Toby. Se necesitan pioneras”, sostiene.

Parafrasea sobre su propuesta periodística: “Los periodistas tenemos que trabajar para que la gente recobre su autoestima nacional, porque la gente al leer el periódico se refleja en él. Debemos cambiar los conceptos, presentar nicas que trabajan, gente emprendedora, pero generalmente solo ponemos los crímenes y eso no nos ayuda en nada. Nosotros no somos así”.

ADMIRADA

El periodista Roberto Sánchez, quien trabajó con ella dice: “Todos la queríamos y respetábamos en los tiempos de LA PRENSA, en los setenta. La conocí desde los 16 años, en aquellas famosas quermeses de la escuela de la Asunción. Simpática, bonita persona. Ella logró superarse en aquel ambiente de periodismo duro”.

El cantautor Carlos Mejía Godoy, ferviente enamorado de ella en la antigua Escuela de Periodismo, destaca que era sensual. “Tan guapa y sensual como la ‘Yayita de Condorito’”.

Nació en Sajonia, viejo barrio de la capital. Sin embargo, pasó su infancia en la Carretera Sur, en una quinta donde aprendió a montar a caballo y andar en bicicleta con sus hermanas. Ya desde pequeña mostraba su espíritu rebelde. “Viví una infancia feliz junto con mis hermanos. Somos gente que nos queremos mucho y nuestra relación es lindísima”, confiesa Saballos.

En los ochenta sus creaciones fueron publicadas en la revista Tramoya por el dramaturgo Ernesto Carballido y se representaron en París y México. También comenzó a escribir sus primeros cuentos, paralelos al periodismo. “Escribir me encanta, saco todos los recuerdos y me permite hacer volar mi imaginación”.

Condujo programas de televisión y de radio, ha entrevistado a personalidades políticas y artistas de todos lugares como García Márquez y Fidel Castro, entre otros.

Feminista, admiradora de Simone de Beauvoir y Gloria Steinem, forma parte de las directivas del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) y de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (Anide).

Cultura Ángela Saballos literatura periodismo archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Don
    Hace 12 años

    Y cuando vas a comenzar a leer la Biblia? para que el Senor te de conocimiento, entendimiento, sabiduria y revelacion y que tu alma sea salva de la destruccion de este muro de pecado; el mundo gentil.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí