WASHINGTON/AFP
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, manifestó ayer que espera que Venezuela no concrete su retiro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, al indicar que aún no ha recibido una notificación de Caracas a ese respecto, según un comunicado del organismo interinstitucional.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, anunció el jueves que “en las próximas horas” su país denunciaría la Convención Americana de Derechos Humanos, el pacto firmado en 1969 que encarga a la Corte IDH y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la protección de los derechos humanos en el continente.
Esa decisión “no es buena para nadie”, dijo Insulza, y llamó a un diálogo para resolver las diferencias que pudiera tener Venezuela con la Corte. Aunque Venezuela desea abandonar la Corte IDH y la Comisión, Insulza explicó que al denunciar la Convención Caracas solo se estaría excluyendo de la jurisdicción de la Corte.
Si Venezuela decidiera abandonar la Comisión Interamericana de DD. HH., entonces quedaría fuera de la OEA. Insulza explicó que “todos los países están sujetos a la Comisión Interamericana”, pues esta es parte constitutiva de la OEA, de 34 países, y no existen mecanismos para abandonarla. El canciller Maduro garantizó que Venezuela no buscaba romper con la OEA.
Si Venezuela abandona la Corte, se convertiría en el único país latinoamericano (sin contar a Cuba) que no reconoce la competencia del tribunal, dijo Insulza. El único antecedente similar fue el de Trinidad y Tobago, que denunció la Convención en 1998. Además, Estados Unidos, Canadá y los países del Caribe anglófono no reconocen la competencia de la Corte.
La salida definitiva se concreta un año después de la denuncia, y durante ese tiempo el país puede seguir siendo demandado ante el tribunal regional.
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