Lucía Vargas
“Es absurdo que los excrementos humanos corran por las cunetas y las autoridades hacen caso omiso, ya lo dimos a conocer al Minsa, al Intur, al Silais y a la Alcaldía”, dijo Francisco Solórzano, habitante de La Calzada.
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La visitada calle La Calzada de Granada sigue siendo afectada por las aguas putrefactas que emanan de un manjol que se ubica en una de las esquinas principales, afectando a diferentes negocios y a unas cuarenta familias que habitan en esa zona.
Según los denunciantes, algunos dueños de negocios que funcionan cerca de ese lugar supuestamente han conectado sus aguas negras a ese manjol, a pesar que aún no hay servicio de alcantarillado sanitario en esa zona de la ciudad.
“Los restaurantes de arriba se han pegado a ese manjol y como este no está funcionando porque aquí no hay aguas negras, se rebalsa el agua sucia y el excremento corre por las cunetas y no se aguanta el mal olor”, dijo Francisco Solórzano, quien pidió a las autoridades que regulen esa situación.
Solórzano dijo que ha tenido que financiar cada vez y cuando materiales de construcción para sellar el manjol, sin embargo con la fuerza del agua y el paso de los vehículos, se vuelve a romper.
“Cada 15 días compro dos bolsas de cemento, arena, pago el albañil para minimizar ese mal olor, pero se vuelve a romper”, sostuvo Solórzano, tras referir que paga además 4,600 córdobas para que dos pipas lleguen desde Managua a limpiar su sumidero.
“Hace poco vinieron las pipas y como el señor que hace el trabajo se pasó de las 5:00 de la tarde, hay nomás vinieron de la Alcaldía, lo multaron, le quitaron el permiso de operación y no dejaron hacer el trabajo y me hicieron pagar el viaje, yo no entiendo por qué no multan al que está contaminando la calle”, denunció el señor.
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