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Lo básico de cualquier sistema de pensiones

Un objetivo fundamental de cualquier sistema de pensiones es asegurar que las personas, al arribar a la vejez y dejar de recibir ingresos laborales, puedan continuar satisfaciendo sus necesidades básicas de consumo. Pero estas necesidades solo se pueden satisfacer a través del consumo de bienes y servicios que son producidos por las personas que todavía permanecen económicamente activas.

Adolfo Acevedo Vogl (*)

Un objetivo fundamental de cualquier sistema de pensiones es asegurar que las personas, al arribar a la vejez y dejar de recibir ingresos laborales, puedan continuar satisfaciendo sus necesidades básicas de consumo. Pero estas necesidades solo se pueden satisfacer a través del consumo de bienes y servicios que son producidos por las personas que todavía permanecen económicamente activas.

Por tanto, cualquier sistema de pensiones representa un conjunto de derechos de los trabajadores actuales sobre la producción futura, es decir, sobre la producción que ocurrirá en el futuro, cuando ellos se hayan retirado y deban sobrevivir de una pensión.

Pero tales derechos no servirán de nada a los beneficiarios del sistema de pensiones si, cuando se jubilen, el país no esté produciendo bienes y servicios en cantidad suficiente para hacer valer esos derechos; de manera que tales derechos solo se podrían realizar comprometiendo seriamente la sobrevivencia de los trabajadores activos.

La necesidad de soportar los sistemas de pensiones con un adecuado crecimiento del producto per cápita, se acentúa al máximo cuando un país arriba a la fase de envejecimiento. Al llegar a la fase de envejecimiento poblacional, los sistemas de pensiones se verán tensionados por la rápida expansión de la población de jubilados que deberán ser sostenidos por cada trabajador activo.

Al arribar a este momento, el nivel de consumo per cápita de los trabajadores activos, y de la masa creciente de jubilados, dependerá del nivel que haya alcanzado para entonces el producto interno bruto per cápita del país.

Ahora bien, como sabemos, el crecimiento del producto per cápita depende a su vez de dos factores fundamentales: del crecimiento del número de trabajadores ocupados como porcentaje de la población total (tasa de ocupación global), y del crecimiento del producto por trabajador ocupado (productividad promedio del trabajo).

Si a lo largo de las próximas décadas el numero de trabajadores que permanecen activos no crece en la medida necesaria, y sobre todo, si no ve incrementada de manera sustancial su productividad promedio, al arribar a la fase de envejecimiento a los trabajadores activos les será cada vez mas difícil sostenerse a sí mismos, y al mismo tiempo, sostener al numero de personas mayores en rápida expansión.

Otra manera de decir lo mismo es afirmar que, para contrarrestar el deterioro de la relación entre trabajadores activos y adultos mayores que traerá aparejado el proceso de envejecimiento, podrían adoptarse distintas medidas. La más crucial es aumentar lo suficiente la productividad promedio por trabajador ocupado a lo largo del tiempo, que es la única manera en que las personas económicamente activas podrán en todo momento sostenerse a sí mismos y a esta creciente carga relativa de adultos mayores.

Solo así se podrá asegurar que en todo momento existan bienes y servicios en cantidad suficiente para sostener al número creciente de adultos mayores sin comprometer el propio sustento de los activos.

Para sintetizar: la variable central es el crecimiento del producto per cápita. La manera en que se organiza el financiamiento del sistema jubilatorio es una cuestión secundaria.

Para asegurar el adecuado crecimiento del producto per cápita, es imprescindible tomar medidas para elevar la productividad general de los trabajadores ocupados, lo cual conlleva la necesidad de aumentar de manera fuerte y sistemática el número de trabajadores ocupados en empleos de productividad elevada y creciente.

Por su parte, debemos repetirlo, esto implicará transformar el modelo de crecimiento económico, incrementando la dotación de capital físico y humano por trabajador ocupado a lo largo de los principales sectores, modernizando el aparato productivo y desarrollando encadenamientos intersectoriales cada vez más densos.

Desde el punto de vista de las finanzas del sistema de pensiones el progresivo deterioro previsto de la relación cotizantes/pensionados que ocurrirá de ahora en adelante, solo podrá ser compensada a través de cuatro opciones:

a) Reduciendo drásticamente el nivel de las pensiones como porcentaje del salario medio.

b) Incrementando las tasas de cotización.

c) Aumentando fuertemente los años de cotización y retrasando al máximo posible la jubilación.

d) Aumentando el crecimiento del número de cotizantes activos jóvenes al máximo posible, e iniciando desde ahora una mejoría general de la calidad del empleo que se genera y el incremento de la productividad promedio del trabajo (y su remuneración promedio real) a escala de nuestra economía como un todo.

Si no se produce la opción d), es decir, si no se mejora desde ahora y de manera fuerte y sistemática, la calidad del empleo que se crea, y la productividad promedio del trabajo a escala del país, el sistema solo podrá prolongar su tiempo de existencia exclusivamente a través de las opciones a) y b) y c), pero al final colapsará.

Por consiguiente, la sostenibilidad de cualquier sistema de protección social implicaría plantearse, en una trayectoria dinámica que enlace corto, mediano y largo plazo, dos desafíos interrelacionados:

1) Por una parte, ampliar al máximo posible la base de cotizantes activos jóvenes en el marco del actual esquema.

2) Simultáneamente iniciar con fuerza desde ya el cambio de modelo de crecimiento económico, para que la economía comience a generar principalmente empleos de creciente productividad y adecuadas remuneraciones.

De lo contrario, no habrá manera de asegurar la viabilidad de ningún sistema de pensiones, ni la protección social más elemental a los adultos mayores.

(*)Economista

[email protected]

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COMENTARIOS

  1. El Nica
    Hace 12 años

    Y el dinero que se fuga para construir casas, y otras obras pu’blicas porque’ no se re embosa para mejorar el sistema ?
    incluso , algunos jubilados no esta’n recibiendo la pension
    debida , solo el 30 % y porque’ esto es a los que cumplieron con todos los requisitos debidos como las 750 tarj y acomulados.

  2. explorador
    Hace 12 años

    considero que no existen solamente esas 4 opsiones que el señor Adolfo mensiona. mejorar el uso eficiente y de inversion de los recursos del INSS,es una mas. sin estoy de acuerdo en que se debe cambiar este sistema que cada dia busca como no pagar las pensiones a los que por derecho corresponde. se debe buscar un sistema al que los funcionarios politicos no tengan acceso a usar, pero si a controlar el buen uso de los recursos, con los que se debe pagar la pension al retiro. tanbien crear emple

  3. explorador
    Hace 12 años

    tengo 33 años comence a cotizar de los 15 años, se debe buscar un sistema que pueda sostener a los que seremos pensionados dentro de tres decadas mas y un sistema laboral que permita e impulse la creacion de nuevos empleos y no buscar el no pago de pension con el prolongamiento de la eadad al retiro, nicaragua no tiene esa esperanza de vida de 75 años cuando sabemos que para llegara 60 son pocos los que lo logran y si llegan es difil lograr que paguen por que no hay fondos para pagar.

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