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“No me gustan mis películas…”

Desde que las películas de Woody Allen terminaron recorriendo el mundo entero, ahora es él quien quiere recorrer el mundo. Ya ha filmado en Inglaterra, España y Francia, pero el mejor de los turnos le tocó a su última producción que recorrió las salas de cine hace unos meses, un mágico escenario se vivió en To Rome with love , filmada en Italia donde Woody recorrió la ciudad con cámara en mano.

Por Fabián W. Waintal

Desde que las películas de Woody Allen terminaron recorriendo el mundo entero, ahora es él quien quiere recorrer el mundo. Ya ha filmado en Inglaterra, España y Francia, pero el mejor de los turnos le tocó a su última producción que recorrió las salas de cine hace unos meses, un mágico escenario se vivió en To Rome with love , filmada en Italia donde Woody recorrió la ciudad con cámara en mano.

En un tiempo, solía decir que nunca saldría de Nueva York para filmar una película y de pronto empezamos a verlo por diferentes partes del mundo, ¿cómo fue que decidió salir de Estados Unidos con su estilo tan particular de cine?

Fue una decisión estrictamente financiera. Match Point ni siquiera era divertida, pero me ofrecieron los dólares para hacerla en Inglaterra y por eso estuve feliz de hacerla en Londres. Después, empezaron a llamarme de otros países. Querían que hiciera una película en Barcelona y lo mismo pasó con París y Roma. Debo haber hecho cuarenta películas en Nueva York y la necesidad de adaptarme a estos nuevos lugares exóticos le da cierta frescura a mis películas. También tengo suerte porque las películas que hago fuera de Estados Unidos funcionan muy bien en las recaudaciones y el hecho de haber salido de Nueva York debe ser uno de los factores.

:::¿En Nueva York hubiese seguido haciendo otro estilo de cine?

Supongo que Match Point hubiese funcionado en Nueva York y originalmente la había escrito para filmarla ahí. Pero el hecho de no volver a filmar en Central Park o Broadway, genera cierta frescura, como Roma con mi última película.

:::¿El idioma no presenta ninguna barrera?

Tengo mucha fe en los actores y cuando improvisan, suenan mucho mejor que lo que puedo escribir yo en mi dormitorio, completamente solo, en Nueva York. En Vicky Cristina Barcelona , Javier (Bardem) y Penélope Cruz improvisaban en español, cuando querían. Pero yo no hablo una sola palabra en español. Y al día de hoy, hay escenas de la película donde no tengo la menor idea de lo que decían.

:::¿Y cómo fue que decidió filmar una película en Italia?

Dos razones. Por un lado, ya venía hablando de hacer una película en Roma desde hace años, con la misma compañía que distribuye mis películas en Italia. Y cuando me confirmaron que podían conseguir el dinero necesario, acepté enseguida.

:::¿Conocía bien Roma o fue recorriendo la ciudad con la cámara a cuestas?

Era inevitable, porque yo no conocía muy bien la ciudad. Pero el director de arte consiguió lugares bastante interesantes. Obviamente tuve que filmar en el Coliseo que debe haber aparecido en otras 50 películas, pero la verdad, yo ni siquiera sabía dónde estábamos filmando.

:::Si tuviera que premiar la mejor de sus películas, ¿cuál elegiría?

Hacer una película es igual que cocinar un plato, para un chef. Después de trabajar todo el día en la cocina, cortando y mezclando las salas, ni se te ocurre comer. Y yo siempre sentí lo mismo con mis películas. Trabajo durante un año, escribiendo el guión, trabajando con los actores, editando, agregando la música y después, ya no quiero volver a verla de nuevo. Pero cada vez que empiezo una película, estoy convencido que va a ser el más grande éxito del cine. Y después cuando veo lo que hice, me la paso rogando que no sea una vergüenza para mi carrera. Nunca me sentí satisfecho con ninguna película que hice. Las hago, las termino y nunca las vuelvo a ver de nuevo. Mi primera película la hice en 1968 y desde aquel entonces, nunca más la volví a ver.

:::¿Por qué?

Sufro cuando las veo. No me gustan porque hay una gran diferencia entre la realidad y la fantasía que imagino cuando escribo. Es demasiada la diferencia entre la idealización de una película en la mente y lo que se consigue. Nunca logro ser feliz así. Nunca me siento satisfecho.

:::¿Incluyendo “Annie Hall”?

Sí. Cuando recién empecé con Annie Hall no tenía nada que ver con lo que fue. La película se suponía que tenía que mostrar lo que se ve en la conciencia, en la mente de un hombre. Y cuando hice la película, no tenía la menor coherencia. Nadie entendía lo que pasaba. Lo único que importaba era la relación que yo tenía con Diane Keaton. Y eso no era lo que a mí me importaba. Era solo una pequeña parte de mi idea original. Y al final, tuve que reducir la película a la relación mía con Diane.

:::¿Qué es lo que menos o más le gusta del cine?

La vida real, por lo general es mucho más estúpida o inevitablemente más triste. Pero en cine, uno tiene más control, se puede dar rienda suelta a los sentimientos y fantasías. Ganarse la vida haciendo cine es un placer, porque no vivo en ningún mundo real.

:::¿Y qué significa la fama en este punto de su vida?

La fama para mí es tal cual como la describe el chofer que habla del tema en mi última película To Rome with Love , La vida es difícil y sigue siendo difícil aunque seas más o menos famoso.

:::Si pudiera volver atrás con una máquina del tiempo ¿qué le diría a un Woody Allen más joven?

¿Qué me diría? No hagas nada. Me gustaría volver en el tiempo, pero solo para almorzar. No me gustaría vivir de nuevo mi pasado.

:::¿Por qué no le gusta tanto el pasado?

Por todo lo malo de aquel entonces. Cuando ibas al dentista no te daban anestesia, no te daban antibióticos. No existe todo lo bueno que tenemos ahora, como un teléfono celular que es tan conveniente. Antes, una ambulancia tardaba años en llegar, nadie quiere eso. Pero sería divertido si pudiera de vez en cuando encontrarme con algún amigo para comer en Maxine de París, en el 1900 o ir al año 1870 por un par de horas, para caminar por el parque, para volver enseguida a Broadway.

:::¿Todavía suele guardar sus ideas adentro de un cajón de su casa?

Sí, se me ocurren muchas ideas y a lo largo de un año, a medida que las escribo las tiro en este cajón que tengo en casa. Después, cuando las vuelvo a ver, ya no son tan graciosas, ni me acuerdo lo que pensaba cuando las escribí. Pero a veces, consigo alguna idea que sirve. Varias de las ideas de To Rome with Love salieron de esas mismas anotaciones que había escrito el año anterior.

:::¿Después de haber filmado tantas películas sobre el amor, aprendió alguna lección en particular?

La verdad, uno nunca aprende nada en la vida. Los problemas que la gente tiene con temas existenciales o románticos, nadie aprende nada. Por eso, cualquiera puede quedar como un tonto a los 20 años, como a los 40, los 60 y los 80. El amor no es ninguna ciencia exacta.

:::¿Pensó en jubilarse del cine alguna vez?

La jubilación es algo muy subjetivo. Conozco gente que se jubiló y es feliz. Viajan por todo el mundo, van a pescar, juegan con sus nietos y todo eso. No extrañan para nada el trabajo. Pero también hay otras personas como yo, que les gusta trabajar todo el tiempo. Simplemente me gusta. No puedo verme jubilado, acariciando un perro. A lo mejor tenga un ataque cardiaco que me fuerce a jubilar, pero mientras siga saludable, no espero hacerlo. A lo mejor, la gente de cine se vuelve inteligente y dejan de pagarme. Pero aún así, no creo que me jubile, porque seguramente seguiría escribiendo.

La Prensa Domingo peliculas Woody Allen archivo

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