14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El caso de Sandler

El reciente estreno de la comedia Ese es mi hijo trae a la luz el misterioso caso del comediante Adam Sandler. Como tantos otros sobrevivientes del circuito de clubes de comedia y veteranos de Saturday Night Live , Sandler llegó a Hollywood con el afán de convertirse en estrella.

[imported_image_135098]

Por Juan Carlos Ampié

El reciente estreno de la comedia Ese es mi hijo trae a la luz el misterioso caso del comediante Adam Sandler. Como tantos otros sobrevivientes del circuito de clubes de comedia y veteranos de Saturday Night Live , Sandler llegó a Hollywood con el afán de convertirse en estrella. La narrativa habitual supone que tras años de bregar en comedias que alimentan las expectativas de su base de fanáticos, debe ponerse a prueba con películas más complicadas, quizás incluso pasándose al drama. Buenas críticas y premios Óscar anunciarían la llegada de la madurez, hasta planear a un glorioso retiro con pequeños papeles en filmes de buena reputación. Véase el caso de Bill Murray, veterano de la primera generación de SNL que, tras encabezar comedias taquilleras en los ochenta, ahora es figura infaltable en los repartos de Wes Anderson. Por cada historia de éxito, hay cientos de fracasos (¡Hola, Chris Katan!).

Sandler hizo lo que se esperaba de él. Alimentó a su base con comedias de bajo presupuesto que capitalizaban sobre la personalidad construida durante cinco años de trabajo en el Saturday Night Live en la primera mitad de los noventa: una especie de hombre-niño, con una dulzura superficial que enmascaraba agresividad reprimida. Eran películas baratas, pero exitosas económicamente. A un ritmo de al menos una por año, el paso de la pantalla chica a la grande fue suave y sin contratiempos. En el 2002 llegó la oportunidad de graduarse. Paul Thomas Anderson, uno de los mejore directores norteamericanos de los últimos tiempos, lo escogió como protagonista de Punch Drunk Love . Cuando lo anunció en una conferencia de prensa en el Festival de Cannes, los periodistas rieron.

Pero no era un chiste. La fantasía romántica fue escrita a la medida del cómico. Tomaba los elementos de su personalidad pública y los agudizaba en una reconstrucción clínica de Los Ángeles. Sandler es un hombre retraído y solitario, que sale de su concha gracias al amor de Emily Wartson. Es una película hermosa, y Sandler es excelente. Pero nadie supo qué hacer con ella. La crítica se encogió de hombros y los premios que anunciarían la nueva etapa de su carrera no se materializaron. A partir de ese momento Sandler combinó sus filmes. Uno para la taquilla, otro para la Academia. Fue un chef casado coqueteando con su sirvienta hispana en Spanglish (James L. Brooks, 2004); un viudo traumatizado por el 9/11 en Reign Over Me (Mike Binder, 2007); y en su apelación final a la respetabilidad, un comediante enfrentándose a una enfermedad termina en Funny People (Judd Apatow, 2009).

Ninguna funcionó a como se esperaba. Desde entonces, Sandler se ha comprometido a fondo con la comedia chabacana. Las malas críticas no lo amilanan. Jack & Jill arrasó con los antipremios Frambuesa de Oro como la peor película del 2011. Ni la mala taquilla lo detiene. Ese es mi hijo pasó sin pena ni gloria en los EE. UU. Pero las comedias que produce a través de su compañía Happy Madison son suficientemente baratas como para fracasar sin quebrar el banco. Y aparentemente, tienen suficiente audiencia como para ser viables económicamente. En la aldea global esta especie de humor trasciende fronteras e idiomas. En Nicaragua, por ejemplo, ninguna de las películas “respetables” de Sandler encontró distribución. Casi todas sus comedias se han estrenado, con buena afluencia de público.

En lugar de ser un comediante autodestructivo, Sandler es más bien un agudo hombre de negocios.

La Prensa Domingo caso comedia Sandler archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí