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Desde 2009, los salarios de Anita Reyes están tan congelados como el Lago Minnetonka en enero. Mientras la economía se recuperaba de la Gran Recesión, Reyes, de 52 años, asistente de casinos de Minneapolis, cenaba con latas de sopa de 1.67 dólares y buscaba la forma de conservar su casa, que le embargaron en octubre pasado.
“Retrocedí”, dijo Reyes. “Dos años, tres años atrás, no sabía que estaría considerando quedarme sin techo”. El salario de Stephen Hemsley también ha estado congelado. Su ingreso no.
El máximo responsable ejecutivo de la empresa aseguradora de salud UnitedHealth Group Inc. de Minnetonka, Minnesota, ganó un salario de 1.3 millones de dólares todos los años desde 2007. Sin embargo, mientras la economía se reafirmaba desde 2009 hasta 2011, Hemsley, de 60 años, ejerció opciones de compra de acciones por valor de más de 170 millones de dólares y ganó como mínimo 51 millones de dólares con ventas de acciones, hecho que lo hizo objeto de una protesta de Occupy Lake Minnetonka en el hielo que cada año hay frente a su casa a orillas del lago.
Las fortunas divergentes de Reyes y Hemsley demuestran que Estados Unidos experimentó dos recuperaciones. Los 1.2 millones de hogares con ingresos que los llevaron al uno por ciento más alto de los Estados Unidos vieron aumentar sus ganancias 5.5 por ciento el año pasado, según estimaciones publicadas el mes pasado por la Oficina del Censo de los Estados Unidos.
Las ganancias cayeron 1.7 por ciento para los 98 millones de hogares del 80 por ciento del segmento inferior, los que ganaron menos de 101,583 dólares.
“Ahora que no pueden pedir prestado, miran su remuneración y dicen ‘¿Qué pasó?’” dijo Rajan, ex economista principal en el Fondo Monetario Internacional que fue nombrado asesor superior del Ministerio de Finanzas de India en agosto.
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ALIVIO NO ALCANZA A POBRES
La recuperación que comenzó oficialmente a mediados de 2009 no ha llegado a la mayoría de los sueldos de los estadounidenses. En 2010, el uno por ciento más alto de las familias estadounidenses captó el 93 por ciento del crecimiento nacional del ingreso, según un artículo del mes de marzo de Emmanuel Saez, economista de la Universidad de California en Berkeley que estudió datos del servicio de impuestos internos (IRS por su sigla en inglés).
En 2011, la brecha de ganancias entre estadounidenses ricos y pobres fue la más amplia en más de cuatro décadas, muestran los datos del Censo, superando la desigualdad del ingreso reportada anteriormente en Uganda y Kazajstán. La idea de que cada generación está en mejor posición económica que la anterior —uno de los aspectos del Sueño Americano— es puesta en tela de juicio por la evidencia de que los ingresos de la familia media cayeron la década anterior por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
En esta recuperación demostró ser mejor tener acciones que una casa. Para los accionistas como Hemsley, el valor de todas las acciones en circulación aumentó 6 billones de dólares hasta 17 billones de dólares desde junio de 2009, el fin de la recesión. Aún después de un repunte reciente, el valor de la vivienda ocupada por su propietario, el principal activo de la mayoría de las familias de ingresos medios, cayó 41,000 millones de dólares en ese mismo período, parte de una pérdida de 5.8 billones de dólares en los valores de las casas desde 2006.
DIVIDIENDO AL PAÍS
La administración del presidente Barack Obama atribuye el aumento de la desigualdad durante su gestión a “una recesión profunda y a fluctuaciones dramáticas en los precios de los títulos”. Obama propicia la “norma Buffett”, una legislación así llamada por el inversor multimillonario Warren Buffett, que gravaría con una tasa mínima de 30 por ciento de impuesto sobre las ganancias a todo aquel que gane un millón de dólares o más por año.
El candidato republicano Mitt Romney, que fue gobernador de Massachusetts desde 2003 hasta 2007, ha dicho que Obama está “dividiendo al país en base al 99 por ciento contra el uno por ciento”. Él exhorta a reducir el gasto público y los impuestos para estimular el crecimiento del empleo, bajar las tasas fiscales marginales para todos los segmentos y eliminar el Impuesto Mínimo Alternativo y el impuesto sobre las sucesiones.
“La mejor manera de llevar más prosperidad a más estadounidenses es a través del crecimiento económico y la creación de empleos”, dijo Andrea Saul, portavoz de Romney.
Si bien una economía en vías de mejorar generó 4.6 millones de empleos en el sector privado desde febrero de 2010, casi 40 por ciento de estos correspondieron a áreas como la hospitalidad y el personal temporario, donde el salario medio es de 15 dólares la hora, según un informe presentado el mes pasado por el economista sénior de Wells Fargo Securitires LLC. Una clase media quebrada no es solamente un problema económico, también erosiona la estabilidad política, dijo Diane Swonk, economista principal de Mesirow Financial Holdings Inc. de Chicago.
“¿En qué se ha concentrado China más que en ninguna otra cosa? En desarrollar la clase media”, dijo.
LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO
Desde 1979 hasta 2007, alrededor de 1.1 billones de dólares en ingreso anual pasaron al uno por ciento más alto de los estadounidenses, más que todas las ganancias del 40 por ciento inferior, según Alan Krueger, presidente del Consejo de Asesores Económicos de Obama y profesor de economía en la Universidad de Princeton. Si el ingreso estuviera distribuido como lo estaba en 1979, podría haber un gasto por 440,000 millones de dólares adicionales cada año, un aumento de 5 por ciento para el consumo, dijo en enero.
Ese aumento podría reducir la tasa de desempleo hasta 7 por ciento para fines de año desde su pronóstico de 7.8 por ciento, dijo la economista Swonk. “Significa muchísimo” porque el gasto en consumo representa más de dos tercios de la economía estadounidense, dijo.
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