Por Róger Almanza G.
Su matrimonio a escondidas en febrero del año pasado aún sigue siendo motivo de reclamos por muchos, sin embargo Clara Grun, de raíces inglesas y pinoleras no se arrepiente de no haberlo anunciado con pompa. Empieza a crear su tercer disco solista en el que también todas las canciones son de su autoría, pero esta vez, tal como asegura, están llenas de la esencia de la mujer que hoy es.
:::Hija de madre nicaragüense y padre británico, ¿cómo te ubicas en esta mezcla?
Soy nicaragüense y me pasa que muchos me preguntan que de dónde soy. Me hace sentir un poco rara porque me considero netamente nica. Aprendí a hablar los dos idiomas y viví buena parte de mi vida en Inglaterra y conocí la cultura de mi papá, pero tengo demasiado viviendo aquí así que no puedo sentirme más que nicaragüense.
:::¿Cuántos tatuajes tenés?
Dos visibles y uno pequeño… en un lugar oculto (risas).
:::¿Por qué?
Supongo que es una representación de mi vanidad. Me gustan los tatuajes como accesorios aunque son permanentes.
:::¿No te da miedo cuando tu piel ya no luzca igual con tatuajes?
Para nada. Para entonces habrá mejores procedimientos para quitarlos si se me ocurre.
Me refiero a que estarás vieja y con arrugas…
La idea de envejecer no me emociona mucho porque seguramente dejaré de hacer cosas que me gusta hacer. Por eso ahora estoy trabajando duro para no tener nada de qué arrepentirme cuando llegue ese momento.
:::A más de un año de haberte casado a escondidas, ¿fue pura farándula?
Para nada por farándula. No quería una gran celebración y además no sabía cómo hacer la lista de invitados y no quería que nadie quedara fuera así que mejor no hice nada.
:::Pero los reclamos…
Hasta el día de hoy hay quién no me lo recuerde en tono de reclamo, pero les explico que no ha habido aún fiesta.
:::¿Pero habrá?
Sí. Las bodas de plata (risas).
:::Con tus dos discos como solista, y cerca de trabajar en el tercero, ¿qué vas a rescatar de los anteriores?
No quiero cometer errores así que me enfocaré mucho en la posproducción y no voy a dejar a un lado los temas. Quiero enfocarme más en las melodías e incursionar en otros instrumentos.
:::No más piano…
Siempre piano, pero pueden sumarse trompetas también.
:::Tocás muy de cerca lo electrónico y tu voz se presta para este género…
Me gusta eso, aunque no me gusta todo tipo de electrónica. Con Revuelta Sonora tenemos un proyecto que se llama Zona Bipolar y ya tenemos el primer disco, es un proyecto que me gusta mucho. Así que puedo decir que más bien tengo tres discos y estoy trabajando en el cuarto.
:::¿Roquera o electrónica?
Me siento más rock. Soy más de la vieja escuela, me gusta el jazz y el rock.
:::Entonces sos más loquera…
Es que la música te tiene que volver loca. Me tienen que ver en el escenario me siento poseída… pero por la felicidad (risas).
:::¿Con qué artistas quieres compartir el escenario?
No me voy a ir lejos. Admiro mucho el trabajo de Momotombo y me gustaría hacer más trabajos con él, a ver si le gusta la idea y me llama para trabajar conmigo en esta tercera producción.
:::¿Sos comprometida con la causa de la igualdad de género…?
Sí, totalmente. Me he sensibilizado mucho en el tema. No importa el país ni el estrato social, la violencia contra las mujeres existe.
:::¿Crees que es difícil ser mujer en el medio?
Sí. Tienen más expectativas que con un hombre y pasás más rápido de moda cuando vas envejeciendo, así que hay que ser una mujer muy segura.
:::¿Para vos los treinta son los nuevos veinte?
Por supuesto. Mi vida está empezando. Me gusta tener treinta años porque siento que tengo la madurez de disfrutar las cosas, antes quizá las disfrutaba de manera muy compulsiva.
:::Y te lo criticaban mucho, sobre todo lo relacionado con el alcohol y otras sustancias…
Es la otra cara de la moneda. Así como hay gente que te dice lo maravillosa que sos, otras te dicen barbaridades. Al final todos tiene derecho de pensar lo que quieran.
:::¿Te afecta?
A veces sí y a veces no. Trato de que no me afecte mi trabajo, mi desempeño musical. No me da vergüenza de decir qué he vivido ni lo que he experimentado, no tengo nada de qué avergonzarme.
:::¿Es normal que los artistas se pasen con los tragos o con una que otra sustancia de esas que te hacen volar?
Quien sabe. En principio quizá es parte de la naturaleza del trabajo, pero alcohólicos y abusos de sustancias se dan en todos lados, en todas las esferas, no se trata por ser músico.
:::Es cuestión de imagen en tu caso…
Hay que cuidar la imagen. Quizá en algún momento no me preocupé por eso porque tenía una actitud de “me vale”, por eso te digo que amo mis treinta, porque me han dado mayor madurez.
:::¿Qué aprendiste de esos alocados veintes?
Que el mundo continúa y que al final nada está perdido y las cosas se pueden retomar. Ahora no me echo la culpa de las cosas y me tomo todo con mucha calma.
:::¿Te sobraban los enamorados o en algún momento te rechazaron?
Siempre hay alguien que te rechaza.
:::Un amor…
También (risas).
:::De esos que te marcan como mujer…
Hubo uno que yo pensaba que era el amor de mi vida y me la pasaba buscando el porqué todo terminó, pero simplemente no había un porqué. Paso el tiempo y todo pasa. Ahora estoy casada y enamorada.
:::Si te casaste habrá quien espera nietos, sobrinos…
Quiero tenerlos antes de los 35 años. Pero si quedara hoy embarazada sin planificarlo, igual sentiría mucha felicidad.
:::Para muchas mujeres no llega esa felicidad cuando quedan embarazadas. ¿Tu participación en campañas a favor de la despenalización del aborto es un compromiso tuyo?
El Estado no puede adueñarse del cuerpo de la mujer. Me parece injusto que el Estado decida por la mujer aún cuando las mujeres no tengan otras alternativas.
:::Cuando los cuarenta sean los nuevos treinta, ¿cómo te ves?
Sana, tocando música siempre, con mi familia, con un estudio.
:::¿Y con cuántos hijos?
Siempre he pensado en tres. Un bajista, un baterista y un guitarrista (risas)…
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