Cuando se hace referencia al mejor prospecto nicaragüense que ha firmado para el beisbol profesional en el repaso de la historia, el nombre de David Green impacta en nuestros oídos.
Green es casi unánimemente la referencia de los talentos nicas por un material excepcional que incluía velocidad, poder, defensa, habilidad para hacer contacto y un físico atlético.
Lo que pasó con David después es otra discusión, pero hay suficiente evidencia para demostrar lo que se conceptuó sobre sus herramientas, comparadas incluso con Roberto Clemente.
El debate gira más bien en torno a quién va detrás de Green entre los firmados. A muchos les encantó el talento de Gonzalo López. A otros, Brant Alyea y más recientemente Francisco Valdivia y Cheslor Cuthbert.
Y mientras Valdivia, un tirador de 94 millas, con 6’4 pies y 200 libras ha batallado con sus lesiones, Cuthbert ha pasado trabajo con su bate, o al menos, no ha rendido al nivel de las expectativas tejidas sobre él.
Su talento es innegable y así lo han expresado expertos en juzgar talento. Está entre los prospectos de élite de los Royals y del beisbol en general, pero necesita acelerar para impactar y crecer más a través de las Menores.
Tras resumir .248 en ligas de novatos en el 2010, saltó a .267 en el 2011 en Clase A, y ha cerrado con .240 este año en Clase A fuerte. Ahora se unirá al Bóer en la Liga Profesional y luego a la Selección en la gira por Panamá.
Todo este proceso en el país debe ayudarlo a crecer. En el Bóer y en la selección hay muchas expectativas sobre él. Quizá sea el momento de comenzar a tronar con toda la potencia que tiene.
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