EFE VIDA
“Para un papá o mamá de la clase media, muchas veces comprar un ejemplar en papel es caro, ya ni digo comprar el soporte electrónico y luego el costo (de los libros digitales)”, dice Nubia Macías, la directora de la mayor feria del libro en lengua española de las que se celebran cada año.
En entrevista la directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), explicó que “en América Latina en general para la gente tener una computadora es caro”, pero más aún actualmente contar con “un soporte móvil, práctico, en el que tú puedas leer”.
Macías sostiene que hay que tener muy claro que “la tecnología no le hace a uno lector”, por lo que a la par que unas mejores condiciones económicas para potenciar el libro electrónico “hace falta ser más sistemáticos en la promoción de la lectura” en cada uno de los países.
Otra dificultad para el desarrollo de estos libros es que las empresas involucradas en el negocio “están muy entusiasmadas con vendernos tecnología y no contenido” lo que hace necesario “afinar más” en la segunda vertiente, explica Macías.
La falta de accesibilidad a internet es otra barrera en una región donde el libro digital representa entre el seis y siete por ciento de todos los que se venden, según datos del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), nivel muy inferior al 11 por ciento del Reino Unido o más del 20 por ciento en EE. UU.
ENTENDER
En la próxima edición de la FIL, prevista del 24 de noviembre al 2 de diciembre próximos, habrá eventos “que permitan a la gente capacitarse y entender bien los procesos” de desarrollo del libro electrónico. “Ojalá que la gente no se asuste (con el libro electrónico) porque son procesos útiles, paralelos, y uno va a seguir leyendo en un formato o en otro. Ya se acabó la polémica de si uno desaparece o no, eso quedó ya en el olvido”, concluye Macías.
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