Juan Vega Gonzales (*)
Joan Elías, experto comunicador español, plantea en su obra Tu y yo somos cuatro , un interesante análisis sobre cómo mejorar los problemas de comunicación en el trabajo y hogar, por medio de la comprensión del funcionamiento de la comunicación con uno mismo.
Encontrar el problema de comunicación es encontrar aquellos aspectos que nos impiden “pensar bien y ayudar a pensar a los demás”. Salir del pensamiento en “piloto automático” que nuestras creencias y supuestos anteponen al esfuerzo de pensar y analizar objetivamente las cosas.
Para su análisis, Elías plantea una metáfora, según la cual dentro del cerebro de cada persona hay una especie de “alien” (criatura que habita en nuestro subconsciente), que se alimenta permanentemente de información o cualquier punto de referencia que pueda identificar.
Ante la falta de información objetiva, el “alien” inventa o adapta cada situación a su conveniencia: echando culpas y encontrando defectos en los demás, al tiempo que nos disculpa por todos nuestros errores.
El “alien” tiene una memoria fotográfica, que recuerda especialmente las situaciones negativas y está presto a culpar a cualquier persona (con, o sin razón). Generando así sentimientos negativos de angustia y agresividad (ira) que propician la mala comunicación.
El “alien” se alimenta permanentemente de información. Está activo y atento a cualquier fuente que le permita validar creencias/supuestos y/o encontrar culpables. Para ir controlando al “alien” es necesario actuar con mucha tranquilidad y respeto hacia la otra persona.
La metáfora que plantea Elías, para facilitar una buena comunicación, es entender que cuando hay una discusión entre dos personas la misma es en realidad entre sus dos “aliens”, que están tratando de echar culpas al otro mutuamente, inventando o distorsionando la realidad.
Cuando una de las personas mantiene activo y despierto a su “alien”, la otra persona necesita “poner a dormir el suyo” y dedicarse a pensar en cómo buscar soluciones en lugar de culpables.
El arte de aprender a comunicarnos mejor, está en aprender a mirar las cosas con más perspectiva, atención y objetividad. Escuchar más atentamente y hablar con las “palabras correctas”, con sinceridad, educación y respeto hacia la otra persona.
Para poder resolver un problema es necesario entender y atender sus causas (origen/raíz). Para mejorar nuestra comunicación interpersonal precisamos entender y dosificar las emociones (temores y egos), anteponiendo la comprensión, tranquilidad y respeto al prójimo.
(*) Director Promifin
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