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Víctimas ingresaban ilegalmente a Costa Rica por Peñas Blancas. LA PRENSA/ ARCHIVO

Desarticulan red

Agentes de la Unidad de Investigación de la Policía Profesional de Migración desarticularon una red que se dedicaba al negocio ilícito de la trata de personas con fines de explotación sexual.

Agentes de la Unidad de Investigación de la Policía Profesional de Migración desarticularon una red que se dedicaba al negocio ilícito de la trata de personas con fines de explotación sexual.

En un allanamiento realizado en un centro de entrenamiento nocturno, situado en Guanacaste, Costa Rica, los oficiales aprehendieron a una nicaragüense de apellidos González Espinoza, por supuestamente conformar la red de trata de personas.

En la denuncia interpuesta a dicha unidad, la mujer aparentemente tenía retenidas a seis mujeres nicaragüenses y dominicanas, a las que les quitó sus pasaportes, dinero y demás documentos de identificación.

Durante la indagación las autoridades detectaron que la sospechosa no dejaba que sus víctimas abandonaran las instalaciones del club y las tenía amenazadas.

Supuestamente González Espinoza decidía el costo económico de los servicios que prestaban dentro o fuera del lugar.

Las indagaciones apuntan que un oficial de seguridad privada les prohibía salir del lugar y las mantenía estrictamente vigiladas, incluso velaba por la cantidad de personas que ingresaban al centro nocturno y avisaba si la Policía llegaba al sitio.

Este oficial de seguridad era quien, aparentemente, se encargaba de cobrar la entrada a cada una de la personas que llegan al negocio, según la Policía costarricense.

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