Javier Poveda/Vida
Imagínese en un cóctel. Un evento de noche donde además de jugos y bebidas carbonatadas le ofrecen vino. En ese instante pensamos ¿blanco o tinto? un dilema para el paladar. En realidad escoger uno de los dos no tiene nada de ciencia, según nos explica un experto en vinos, Darío Sarmiento.
Para empezar, hay una gran diferencia entre los vinos chilenos, argentinos y los europeos según Sarmiento. “Cuando alguien, un catador, por ejemplo, toma vino, hace buche para saber el grado de astringencia y los vinos franceses tienen una ventaja notable en comparación con el resto. Asimismo el vino francés tiene un grado mayor de acidez, lo cual es bueno, porque además es ligero y no amargo. Es ideal para acompañar los quesos o una cena. Lo bondadoso es además que no empalaga.
Los vinos se deben tomar a la temperatura adecuada en cualquier época del año, independientemente de la temperatura exterior.
Los vinos deben ser apreciados en su justa medida, y en función de la calidad del mismo. Una buena comida debe contar con un buen vino.
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¿Entonces cuál es el mejor? La respuesta es sencilla. “Todos los vinos tienen algo de especial, unos son más suaves, otros más fuertes. Todo es relativo”
La persona puede ir ensayando en los vinos, disfrutar de sus sabores y aromas y no deja que uno se aburra. A medida que uno va probando se da cuenta que uno es más suave que el otro, que algunos son mejores para cada tipo de carne.
¿Blanco o tinto? El primer elemento para tomar esa decisión es el gusto. Pero si uno quiere seguir las reglas de la sociedad y el protocolo es que las carnes rojas van con el vino rojo y las carnes blancas con el vino blanco. Pero no todo acaba ahí. Por ejemplo, si nos decidimos por tomar blanco ¿qué tipo de vino? Puede ser un Chardoné que es afrutado y va muy bien a la hora del almuerzo. Es un vino que refresca. Entre la gama de vinos tintos, por ejemplo, para los días calurosos, en un restaurante sin aire acondicionado o estando en una terraza, pida vino rosado bien frío. En la playa, si come langosta o camarones acompáñelo con el vino rosado, recomienda el sumiller.
Cuando vaya a abrir un vino, fíjese en el corcho. Generalmente este debe estar blando y no tieso.
La primera semana de diciembre se reinauguró La Casa del Vino, ubicada en el kilómetro 7 1/4 carretera sur, la cual nació en 1999. Para ese periodo en nuestro país existían alrededor de cuatro marcas de vino. La gente entendió que “el calor de Nicaragua no tiene por qué frenarle el placer de disfrutar de un buen vino”.
La reapertura nace bajo un nuevo concepto, aliado de las nuevas tecnologías y para marcar la diferencia de otras boutiques de vinos que ya existen en nuestro país.
Sarmiento quiere una nueva forma de vender vino y es creando un ambiente armonioso y trato directo, donde el cliente llegue, escoja el vino, comprarlo al costo de la tienda y lo disfrute en la terraza. Y si está de suerte encontrarlo y conocer en persona la historia del vino y su producción en Francia. ( www.lacasadelvino.com.ni )
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