Un reciente estudio revela que la felicidad es mucha en la juventud, pero decae cuando llegamos a la cuarta década: la llamada crisis de la mediana edad.Milagrosamente, el sentido de la felicidad mejora y va aumentando conforme se envejece. Este patrón en forma de U de la felicidad a lo largo de la vida ha sido observado en todo el mundo, desde Suiza hasta Ecuador, Rumanía y China. Se ha documentado en más de 70 países, encuestando a más de 500,000 personas, en países desarrollados y en desarrollo. En el estudio se observó que una parte de nuestro cerebro cambia considerablemente en las primeras dos décadas de vida, conforme avanzamos hacia la vejez, es el lóbulo frontal que madura a mediados de los 20 años y comienzan a deteriorarse a los 45. Esto significa que mientras nos desarrollamos, aumentamos lentamente alguna función, que posteriormente perdemos. Una de esas funciones es nuestra habilidad para aprender de malas noticias, dice el estudio.
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