Carlos Mínguez. EFE
No siente nostalgia ni tristeza por la decisión tomada, decir un “hasta siempre” a la música, a la que ha dedicado más de cuarenta años de su vida, y es así porque la cantante española Paloma San Basilio está llena de proyectos para su nueva etapa vital. Y de entre todos ellos destaca uno: la pintura.
Sí, la pintura, una afición de infancia y juventud que, después de permanecer dormida durante mucho tiempo, hoy se ha convertido en pasión, desde que hace ocho años decidiera pasar largas temporadas en su casa frente al mar de Cádiz, donde amigos pintores no pararon hasta conseguir que retomara los pinceles. “Voy a pintar porque me gusta pintar”, comenta Paloma San Basilio desde su refugio en el sur de España.
La decisión de pintar —“mis obras son abstractas, con mucho color y hasta ahora sin firma”, precisa— y de exponer por vez primera en su vida —el próximo día 14 en Sevilla— es paralela a otra en la que ya venía pensando desde hace tiempo: poner fin a su carrera musical.
Su adiós musical, aunque a ella no le guste la palabra, durará todo 2013, cuando tiene previsto realizar una extensa gira de conciertos que le permitirá despedirse de su público español y latinoamericano.
“Quiero dar las gracias a la gente por seguirme, por estar ahí. Agradecer lo recibido”, dice.
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