NUEVA YORK/AP
Bruno Mars estaba celoso de Amy Winehouse porque quería hacer lo mismo que ella: grabar canciones que mezclaran distintos géneros y fueran del gusto del público mundial.
“Sentía que todo lo que estuve diciendo, todo lo que quería hacer, ella ya lo había hecho. Era una de esas cosas que me hacían decir '¡Demonios!” Era perfecta”, dijo el cantautor en una entrevista reciente.
Winehouse, quien murió el año pasado, ganó cinco premios Grammy por su disco “Back to Black” de 2007, incluyendo el reconocimiento al álbum del año.
“No se podía encasillar: lo podían tocar en estaciones de rock, en estaciones de jazz y en estaciones de pop. Siempre quise hacer música así, que pudiera difundirse por todas partes, no puedo aferrarme a una sola cosa”, dijo. “Y ellos lo habían logrado, ella y (el productor) Mark Ronson”.
Mars firmó un contrato con Universal Motown cuando comenzó a sentir envidia por Winehouse, quien lanzó “Back to Black” bajo el sello hermano de Motown, Universal Republic. Pese a que su contrato con la disquera no funcionó, el músico se volvió famoso en 2010 con Atlantic Records con su exitoso disco de platino “Doo-Wop & Hooligans”. Y esta semana lanzará uno nuevo con toda una gama de sonidos, “Unorthodox Jukebox”, en el que participó Ronson, quien ha producido a Lily Allen, Adele, Nas y Q-Tip.
“No estuve pensando en el negocio ni en la radio o la política, hice lo que me encanta y eso es crear música”, dijo Mars. “Ya sea una canción de reggae, una de rock, o una canción romántica, lo principal era que sin importar lo que estuviera sintiendo, tratara de capturar esa emoción”.
El músico de 27 años, cuyo verdadero nombre es Peter Gene Hernández y cuyo padre es de origen puertorriqueño, conversó sobre su nuevo disco, que incluye colaboraciones con Jeff Bhasker, Diplo, Paul Epworth, Emile Haynie y los Smeezingtons, el trío de productores que incluye a Mars, Philip Lawrence y Ari Levine.