Gloria Picón Duarte
Veintidós años han pasado desde que doña Violeta Barrios de Chamorro, expresidente de Nicaragua, quemó y enterró más de 15 mil armas de fuego como símbolo de haber alcanzado la paz en nuestro país, en un sitio que seis años después fue bautizado como el Parque de la Paz. Sin embargo, de ese histórico lugar no queda más que hedor a excrementos, orines, animales muertos y maleza.
Además, solicita que se dé la Orden José Dolores Estrada para la expresidente de la República, Violeta Barrios de Chamorro, en razón de su extraordinaria contribución a la paz de Nicaragua y al desarrollo.
Además, sugiere destinar cinco millones de córdobas en la primera reforma presupuestaria del 2013, para restaurarlo.
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El lugar ha sido abandonado por los gobiernos municipales y nacionales, asegura el diputado Pedro Joaquín Chamorro Barrios, quien con el respaldo de la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN) introdujo el jueves pasado una iniciativa de ley ante la primera secretaría de la Asamblea Nacional para tratar de rescatar el monumento, que simboliza el fin de una dolorosa guerra en Nicaragua.
El diputado señaló que algo positivo es que hoy el parque está dentro del complejo Luis Alfonso Velásquez, protegido por una valla. Sin embargo sigue en abandono, mientras hay grandes edificaciones en sus alrededores.
LA PRENSA visitó el lugar que en 1996 tuvo un costo de 1.2 millones de dólares, donados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y, aunque hay vigilancia, el lugar es utilizado como sanitario y hasta motel, donde quedan excrementos y condones.
En abril, el secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno, dijo a Canal 8 que en la quinta etapa del parque Luis Alfonso Velásquez tienen contemplada la rehabilitación del Parque de la Paz, para transformarlo en un centro de convenciones.
La iniciativa de Chamorro Barrios incluye cambiar el nombre del Parque de la Paz a Parque de la Paz Violeta Barrios de Chamorro, en honor a la expresidente.
“La principal herencia, el principal legado de doña Violeta es que sentó las bases de la paz y la reconciliación en Nicaragua, que fue la base en sí para que Nicaragua empezara a desarrollarse y a crecer”, manifestó Chamorro Barrios.
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