Tania Sirias
El diputado Alberto Lacayo, vicejefe de la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN), afirmó ayer que debido a que son una bancada minoritaria en la Asamblea Nacional, su labor se limita a “denunciar y exigir de forma permanente” que se nombre a los funcionarios con cargos vencidos, sin embargo no cuentan con los votos necesarios para hacerlo.
“En enero de este año aprobamos una Ley en contra de la violencia hacia la mujer, sin embargo hemos visto con horror que los crímenes en contra de las mujeres se han incrementado. En este próximo período debemos preocuparnos de que lo que aprobamos se cumpla”, dijo el vicejefe de la BDN.
Agregó que para el próximo año se debe “asignar más presupuesto a las instituciones para que las leyes que se fabriquen en el parlamento caminen”.
Además lamentó la falta de voluntad política para que las leyes que se fabrican en el parlamento sean ejecutadas.
“No podemos operativizar las leyes y para eso debe haber buena voluntad de parte del ejecutivo. Los fondos existen, pero lo lamentable es que el gobierno los bota en tantos disparates. Se deben invertir los recursos para dar más presupuesto a las comisarías de la mujer, para construir más escuelas”, dijo Lacayo.
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Así justificó Lacayo la denuncia interpuesta por Abogados Democráticos, que intentaron presentar un escrito ante la Fiscalía de la República, demandando que los 92 diputados de la Asamblea Nacional elijan a nuevos funcionarios en el poder electoral, judicial, Contraloría, Procuraduría de Derechos Humanos, entre otras instancias del Estado.
“Hacemos lo que podemos”, dijo Lacayo y agregó que ellos aceptarían esas críticas si fueran mayoría en la Asamblea Nacional.
“Ese guante le debe caer a quienes tienen la posibilidad de hacer algo y no hacen nada. Dijimos en el inicio de este año legislativo que lo que podía hacer la bancada era demandar y creo que lo hemos hecho bien”, expresó el diputado de la BDN.
LES FALTA “INMOLARSE”
Asimismo indicó que como diputados de oposición han hecho lo humanamente posible y lo único que les falta es “inmolarse”. “Echarnos un tarro de gasolina e incendiarnos en una plaza pública para que se elija a los magistrados”, expresó.
Lacayo insistió en que la presión se ha hecho y se mantendrá en la próxima legislatura, pero señaló que la bancada mayoritaria no tiene interés de elegir a los nuevos funcionarios, “pues no son las instrucciones que vienen de El Carmen”.
El diputado dijo que exigen a los diputados oficialistas una pronta elección de funcionarios públicos, “empezando por los delincuentes electorales del Consejo Supremo Electoral, sino de todos aquellos que tienen periodos vencidos, para que se logre la institucionalidad en el país”, aseveró Lacayo.
LEGÍTIMO DERECHO
Por su parte, el diputado del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Enrique Sáenz, dijo que “en un régimen democrático, donde prevalece el Estado de Derecho, es normal que la ciudadanía exija que los órganos del Estado cumplan con sus obligaciones legales. Y aunque no estemos en un régimen de derecho, como en Nicaragua, es legítimo que estas organizaciones demanden que se cumpla con la Ley”. Indicó que el problema, en un régimen dictatorial como el que tenemos, es que algunas acciones que en sí mismas son legítimas, terminan resultando contradictorias.
ESTABLECER CONDICIONES
El diputado del MRS afirmó que demandar la elección de cargos, sin establecer cuáles son las condiciones que deben cumplir los electos, y sin el respaldo movilizativo necesario, es dejarle implícitamente a Ortega la facultad de que su aplanadora elija a cualquiera, o abrir las puertas a un minipacto para las conocidas repartideras.
“Estoy seguro que no es ese el propósito de las organizaciones demandantes. El problema es que no actuar, tampoco conduce a nada. Por eso espero que la iniciativa de estas organizaciones pueda servir al menos para alentar voluntades y que todos nos movilicemos y actuemos en función de restaurar la democracia”, manifestó Sáenz.
En este sentido, el diputado del MRS sostuvo que “el primer acuerdo al que se debe llegar es reconocer que enfrentamos una dictadura. Cualquier estrategia o acción que no parta de esa base, me parece que corre el riesgo de situarse fuera de la realidad”, opinó Sáenz.
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