Sonia Vanegas (*)
Uno de los mayores retos de los administradores de recursos humanos en la actualidad es lograr un adecuado equilibrio entre trabajo y vida personal, entre productividad y clima laboral.
Lograr estos equilibrios no es nada fácil, pero una ruta relativamente segura para lograrlo es promover la convivencia en días de festividad. La celebración —dicen los especialistas— hace justicia a los esfuerzos desempeñados para conseguir el éxito, pero cuando a esta se le focaliza haciendo uso de herramientas lúdicas (juegos de recreación), resulta más fructífera.
Es entonces cuando fechas como el Día de la Amistad, cumpleaños de colaboradores, Navidad, Año Nuevo, etcétera, dejan de ser un mero pretexto para el consumo acelerado y pasan a ser un espacio de interacción social que motiva y estimula a los empleados, sobre todo porque generalmente la iniciativa nace de los mismos colaboradores.
Cada caso es particular, pero hay múltiples dinámicas aplicables a las circunstancias de su organización y su personal. Hay las orientadas a lograr una adecuada presentación al grupo, otras a reunir personas para que se conozcan mejor, otras más a promover la desinhibición, otras a fomentar la participación y otras más a la organización y la planificación.
Está por ejemplo la actividad lúdica denominada venta de cosas absurdas, en la cual los participantes demuestran su capacidad oral para vender sus productos imaginarios, con ello se logra que cada colaborador se desinhiba delante del grupo. Otro juego es el de Dramatizar un refrán que se orienta a promover la habilidad para comprender mensajes y transferir significados. También está la llamada Solución creativa, cuyo objetivo es observar actitudes grupales en la solución de problemas y explorar las influencias interpersonales que se producen en la solución.
El uso de este tipo de herramientas lúdicas se ha vuelto cada vez más común en las celebraciones dentro de las empresas, demostrando buenos resultados en lo que a clima laboral y productividad respecta, en un momento en el que las personas y su talento se están convirtiendo en prioridad organizacional.
*Responsable de Unidad de Negocios Manpower Nicaragua.
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