Gerald Hernández
Los Tigres tienen a cuatro bateadores de 10 jonrones: Yurendell de Caster (12), Wuillians Vásquez (11), Ramón Flores (10) y Ronald Garth (10).
En las siete ediciones anteriores, solamente dos equipos tuvieron una pareja de bateadores de 10 vuelacercas: Bóer del 2006 (Michel Abreu 14 y Bárbaro Cañizares 10) y Tigres del año pasado (Esteban Ramírez (12 y Ronald Garth 11).
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La explosividad de Yurendell de Caster, dueño de la triple corona del bateo, es solo la punta del iceberg de una temporada de pura dinamita en la Liga de Beisbol Profesional de Nicaragua.
De Caster, de los Tigres del Chinandega, es el dueño de la triple corona de bateo con .419 de promedio, 12 jonrones y 48 remolques. El artillero pretende convertirse en el primer bateador de .400 y primer ganador de la triple corona de bateo, tanto en la vieja como en la nueva época del beisbol rentado en nuestro país.
El equipo del curazaleño ya hizo historia con sus 70 jonrones, los que pusieron en el olvido los 36 vuelacercas del Bóer en la temporada 2005-06.
El total de los chinandeganos es mayor a los cuadrangulares que dieron los cuatro equipos juntos (65) en el 2009-10.
Los occidentales solamente necesitaron los primeros 25 juegos para llegar a los 37 tablazos. El 4 de diciembre en Chinandega, cuando dispararon cuatro proyectiles contra el picheo de los Orientales, dejaron atrás la vieja marca de la tribu. El venezolano Wuillians Vásquez fue quien rompió el récord con un ovni en el octavo episodio frente al relevista Enrique Medina.
El mismo Bóer ya superó su vieja marca al registrar 39 jonrones esta temporada y los Orientales están a punto de hacerlo con 35. León es último con 26, cifras con la cual hubiese sido el líder de la liga en el 2005 y 2010.
Y todavía faltan nueve juegos de temporada regular.