WASHINGTON/AFP/AP
- 12 millones de hispanos participaron en las elecciones presidenciales de noviembre, y tras esos comicios sienten que “llegan con una posición de fuerza” y con influencia política para exigir la reforma, explicó ayer Janet Murguía, presidenta de La Raza.
Los activistas anunciaron una gran marcha el 10 de abril en Washington.
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Representantes de organizaciones hispanas y de defensa de los inmigrantes afirmaron ayer que una reforma migratoria debe incluir una vía clara y real hacia la ciudadanía para los indocumentados, tras una reunión de cerca de una hora con el presidente Barack Obama.
Marielena Hincapié, del Centro Nacional de Leyes de Inmigración, afirmó que la comunidad hispana exige un camino “(…) sin impedimentos y que no vamos a aceptar que esté basado en más detenciones, deportaciones y más seguridad”.
Obama, quien ha dicho que la reforma migratoria es una de sus prioridades legislativas para este año, estuvo “optimista” en la reunión y mostró su deseo de alcanzar la reforma “lo más pronto posible”, manifestó Janet Murguía, presidenta del grupo de presión latino La Raza. En la reunión también participaron la principal central obrera local AFL-CIO y grupos de defensa de afroamericanos y asiáticos.
Ayer mismo Cecilia Muñoz, directora de Políticas Nacionales de la Casa Blanca, dijo en una conferencia telefónica que Obama desea ver un proyecto de ley sobre reforma migratoria durante las próximas cuatro o seis semanas. Agregó que Obama “se reserva el derecho” de presentar una propuesta propia si el proceso “se estanca” en el Senado.
Un grupo de republicanos y demócratas del Senado presentó la semana pasada sus propios lineamientos, pero estos supeditan una legalización al cumplimiento de las leyes migratorias y al reforzamiento de la seguridad fronteriza.
Obama sostuvo este martes otra reunión con empresarios, quienes saludaron el deseo de que la reforma abarque todos los aspectos migratorios en un solo paquete.
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