Teherán/EFE
El líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, reprendió hoy al presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, y al líder del Parlamento, Ali Lariyani, por su reciente disputa pública en el Parlamento, informó la agencia local Mehr.
Jamenei, que tiene un poder absoluto en la República Islámica, un régimen teocrático musulmán chií, ya advirtió el 1 de noviembre pasado a los jefes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial que evitasen los enfrentamientos en el periodo previo a las elecciones presidenciales del próximo 14 de junio. Sin embargo, dentro de la lucha por el poder que se libra dentro del régimen, los poderes Legislativo y Judicial, encabezados respectivamente por los hermanos Ali y Sadeq Amoli Lariyani, que pertenecen al entorno de Jamenei, han mantenido su hostigamiento a los partidarios de Ahmadineyad, que ha respondido con contundencia.
Hoy, en un acto público en Tabriz, en el noroeste de Irán, Jamenei señaló que la censura y destitución por el Parlamento el pasado 3 de febrero del ministro de Trabajo del Gobierno de Ahmadineyad, Abdul Reza Sheijoleslami, fue “errónea, inútil y sin justificación”.
Jamenei consideró “anticonstitucional y contraria a los derechos de la nación” la defensa del ya ex ministro por parte de Ahmadineyad, al que acusó de utilizar las instituciones para su beneficio personal a los hermanos Lariyani, lo que provocó un altercado en la Cámara.
Para el líder supremo iraní, estos sucesos “perturban la paz sicológica del pueblo” en un momento previo a unas presidenciales que siguen a las de 2009, en las que la victoria de Ahmadineyad fue tachada de fraude por la oposición, lo que originó protestas en cuya represión murieron decenas de personas y miles fueron detenidas.
“Cuando hay un enemigo común y conspiraciones de todo tipo (contra el régimen islámico), hay que reforzar la hermandad y resistir al oponente”, recalcó Jamenei según la agencia oficial, IRNA. Para él, los responsables del Gobierno y el Parlamento “deben centrarse en hacer todos los esfuerzos posibles para solucionar los problemas económicos de la gente, ya que nuestros enemigos tienen como principal objetivo perjudicar nuestra economía”.
Criticó, asimismo, la falta de acciones por parte de los poderes del Estado contra la corrupción, por lo que reclamó una mayor actividad en ese sentido.
El miércoles pasado, Ahmadineyad designó vicepresidente para Asuntos Sociales al ex ministro de Trabajo Sheijoleslami, tras su cese por el Parlamento por haber nombrado el año pasado director de la Seguridad Social de Said Mortazavi, ex fiscal acusado de torturas a opositores con resultado de muerte.
Entretanto, en Qom, ciudad donde están los principales seminarios musulmanes chiís de Irán y de donde proceden los Lariyani, se produjo hace unos días un incidente en el que un grupo de partidarios de Ahmadineyad intentaron atacar al presidente del Parlamento, lo que también condenó hoy Jamenei.
El pasado 22 de noviembre, el propio Jamenei impidió que el Parlamento celebrará una sesión para interrogar a Ahmadineyad, que podría haber llevado a una censura. Posteriormente, Ahmadineyad y Sadeq Amoli Lariyani también han mantenido disputas por la detención de partidarios del presidente del país por el Poder Judicial, que ha procesado y encarcelado a decenas de ellos en los últimos años.
La lucha de poder entre el Parlamento, controlado por el sector principalista, el más ultraconservador del régimen islámico y cercano a Jamenei, y el entorno de Ahmadineyad, tachado de desviacionista y acusado de poner en duda la preeminencia religiosa en el sistema, se ha intensificado ante la cercanía de los comicios.
Las presidenciales están convocadas para el 14 de junio próximo y Ahmadineyad no puede presentarse al haber consumido los dos mandatos consecutivos que permite la Constitución, aunque también pretendería colocar como aspirante a uno de sus partidarios.