Ramón Villarreal Bello
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En total abandono y cayéndose en pedazos se encuentra un viejo recinto antiguo de adobe y tejas de barros, el cual —según el decreto presidencial 55-2001 que declara a la ciudad de Rivas Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación— es parte de los 33 bienes inmuebles que son “importantes ejemplos de la arquitectura y arte nicaragüense que merecen ser preservados para el disfrute y conocimiento de las actuales y futuras generaciones”.
Es notorio su deterioro en la parte exterior del edificio y los transeúntes observan pedazos de escombros caídos en la acera de la calle, y pasan temerosos que un trozo de estas históricas paredes le caigan encima. La última institución del Estado que estuvo ocupando el inmueble fue el poder judicial, con un Juzgado y el Registro Público. Incluso las viejas paredes conservan el letrero que indica “Esta propiedad es de uso exclusivo del Poder Judicial”.
Manuel Arévalo, administrador del complejo judicial rivense, dijo que la propiedad que ahora se cae en pedazos no le pertenece al poder judicial, y adujo que por tal razón ellos no han podido hacer uso del local, ni mucho menos realizar alguna inversión en el mismo.
Pedro Muñoz Carranza responsable del Registro Público de la Propiedad en Rivas, confirmó que la propiedad protegida por el decreto 55-2001, nunca ha sido del poder judicial y detalló que pertenece al poder ejecutivo.
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