Hoy se cumplen 23 años de las elecciones del 25 de febrero de 1990, que ganó la alianza de partidos políticos democráticos Unión Nacional Opositora (UNO) con su candidata presidencial, doña Violeta Barrios de Chamorro, con más del 54 por ciento de los votos.
Aquel día alzó vuelo la esperanza de un pueblo que ya no soportaba la guerra y la mortandad de sus hijos, que no quería más racionamientos de productos básicos, que estaba hastiado de injusticias, de falta de libertades y derechos, de espionaje de los CDS y represión de la Dirección General de Seguridad del Estado (DGSE), la Policía Sandinista, el Ministerio del Interior (MINT) y el Ejército Popular Sandinista (EPS). Pero fue también, hay que recordarlo, un día de tristeza y llanto para quienes veían cómo se derrumbaba el sistema totalitario hacia el cual habían derivado una revolución que debió ser nicaragüense, democrática y libertaria, como la soñó y la quería el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
Siete días antes del 25 de febrero, en la manifestación de cierre de campaña de la UNO, ante una inmensa multitud de nicaragüenses henchidos de entusiasmo y fortalecidos con la esperanza de redención, que llegaron voluntariamente a la Plaza de la República de Managua, doña Violeta aseguró: “Aquí va a nacer una república con el voto de ustedes”. La escena de aquella manifestación histórica se puede ver en la fotografía a doble página que aparece en el libro de Cristiana Chamorro Barrios recientemente publicado, La democracia de Pedro Joaquín y presidenta Violeta Chamorro.
Y en efecto allí nació la república, construida no sin grandes dificultades por el primer gobierno auténticamente democrático que tuvo Nicaragua en el siglo XX, el de doña Violeta, quien realizó la triple transición histórica que requería el país: de la guerra a la paz, del totalitarismo a la democracia y de la economía estatizada a la de libre mercado, que son los pilares sobre los que se sostiene una verdadera república democrática, la república que soñó y por la cual luchó hasta dar su vida el Héroe Nacional y Mártir de las Libertades Públicas, doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
Lamentablemente el desarrollo de la república democrática que nació el 25 de febrero de 1990 se ha estancado y deformado 23 años después, por la corrupción, la ambición desmedida y la irresponsabilidad de quienes por mandato popular electoral recibieron la estafeta de la democracia de manos de doña Violeta, pero la tiraron al fango del pactismo y abrieron el camino a la restauración de la vieja dictadura de los tiempos del somocismo y del frentismo, bajo una nueva modalidad.
Sin embargo, tenemos la convicción de que si en 1990 se pudo derrotar a la dictadura totalitaria y establecer la República de Pedro Joaquín y Violeta Chamorro, también ahora se le podrá derrotar aunque las circunstancias sean diferentes. En el libro de Cristiana Chamorro Barrios que mencionamos antes se dice que aquella gran victoria de doña Violeta demostró que “los nicaragüenses somos dignos de tener democracia y vivir en libertad ” y que “no hay fuerza capaz de detener a un pueblo que quiere ser libre, vivir en paz, trabajar y progresar.”
Así fue y sin duda que así será.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A