Marta Leonor González
Ramírez dice que su relato es un homenaje a aquellos circos que vio cuando era un niño, y que le siguen trayendo gratos recuerdos.
Ha publicado El perro invisible.
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¿Qué animal te gustaría ser?, dice María López Vigil al escritor Sergio Ramírez durante la presentación de su historia infantil: La jirafa embarazada , en el salón principal del Hotel Alhambra en Granada. Ramírez responde que menos Serpiente o gallo, pero el público que le acompaña en su mayoría son niños, que sin protocolo participan de la conversación improvisa y asaltan la palabra, ¡perro, gallo, mariposa, jirafa, mono! gritan en coro.
Se dejan ir risas y voces chillonas en el ambiente. Están ansiosos y participativos de la plática de María y Sergio que sirve como muestra para hablar de su último libro de cuentos infantiles, que ya está en las librerías a un costo de 200 córdobas y que fue publicado por el fondo editorial Libros para Niños.
Los pequeños interrumpen la plática, otros sobre el suelo descansan entre cojines atentos y deslumbrados, algunos de sus padres están tirados en el suelo. En otro extremo, reflexivo está Ernesto Cardenal, quien escucha parte de la historia de Ramírez que habla de un circo, su llegada al pueblo y cómo cambiará la vida de Juancho la visita de una jirafa.
El novelista dice que el relato nació de sus recuerdos de niñez, cuando miraba llegar los circos raídos y sin carpa que llegan a su pueblo en Masatepe.
La escritora de cuentos infantiles también preguntó a los niños qué trabajo harían si les tocara estar en un circo, a lo que respondían: “Payaso, domador de leones”, pero entre los asistentes, el nieto de Ramírez reveló que su abuelo sería un tragafuego, por la cantidad de chiles que come, ocurrencia que hizo estallar en carcajadas a escritores, políticos, y amigos del novelista, entre los que figuraban la cantautora Norma Helena Gadea y la escritora estadounidense Margaret Randall.
En el espectáculo de lanzamiento del relato infantil, la presencia de dos piñatas en forma de jirafas cautivó a los niños que las abrazaban tiernamente, y que aludían a la mama y a la hija, dos jirafas de la fábula.
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