Ramón Villarreal Bello
Hasta el momento no se ha producido la llegada masiva de nicaragüenses procedentes de Costa Rica, contrario a lo que generalmente ha ocurrido en años anteriores durante esta época de Semana Santa, cuando miles de compatriotas regresan al país para pasar vacaciones con sus familiares.
Según una fuente de Migración y Extranjería de Nicaragua, el sábado y domingo, considerados tradicionalmente los días de llegada masiva de nicaragüenses procedentes de Costa Rica, estuvieron poco movidos.
Únicamente ingresaron a nuestro país 4,010 nacionales el sábado, 4,024 el domingo y 2,500 el lunes, y el movimiento migratorio de ayer era muy pobre, al punto que la demanda de transporte era cubierta por las rutas ordinarias que prestan el servicio regular.
Una dueña de comidería de Peñas Blancas que pidió no ser identificada dijo a LA PRENSA que el movimiento de personas ha sido muy poco. “Solamente el sábado y domingo fueron los días regulares, pero de ahí esto está como que fuera cualquier día del año, todo palmado”, dijo.
NO HAY GENTE ESPERANDO
En la parada de buses no hay filas grandes y el bus que va llegando apenas se llena, por lo que la parada queda vacía, mientras que en la parte trasera de la parada de Peñas Blancas se observan varios buses que prestan servicios emergentes, estacionados a la espera de pasajeros.
Brígida del Carmen Granados, quien lleva diez años laborando en Costa Rica, dijo que todas las semanas santas y en diciembre viaja a Nicaragua para estar con su madre y su familia en la capital.
Detalló que no había mucha gente en las filas de la Aduana tica y nica, y que el trámite duró como cinco o diez minutos. “Para qué, no he tenido atraso en la frontera, todo fue muy rápido, más bien el atraso lo tuve porque se dañó el bus y esperamos una hora a que llegara otro bus por nosotros”, explicó.
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