Alicia García de F. EFE
Mucha acción, actores más o menos conocidos, unos buenos que van a salvar al mundo y muchos elementos copiados de las películas de éxito del género de los últimos años. Eso es G.I.Joe, Retaliation, un proyecto típico de Hollywood y concebido únicamente para sacar dinero.
Segunda parte de G.I.Joe, que en 2009 recaudó 300 millones de dólares, esta venganza repite esquema, añade algún personaje más y desarrolla una historia prendida con alfileres, en la que el único objetivo es desarrollar las escenas de acción.
Una historia manida, personajes estereotipados y unos diálogos que demuestra el origen de la película: las figuras de acción infantiles, inexpresivas e inmóviles que tanto éxito tuvieron en la década de los ochenta.
Dwayne Johnson, Jonathan Pryce, D.J.Cotrona, Adrianne Palicki o Armold Vosloo son los protagonistas de una película en la que aparecen en pequeños papeles Bruce Willis y Channing Tatum.
El realizador, John M. Chu (Step Up), se sirve de múltiples elementos ya conocidos: Un malo con máscara y voz distorsionada como Darth Vader; movimientos estilo Matrix; vehículos que se descomponen tipo Transformer y toneladas de batallas en las que los golpes no afectan a los protagonistas.
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